Un video que empezó a circular la mañana de este lunes 26 de agosto, donde se ve a un sacerdote interrumpiendo la misa para pedir a una mamá que haga algo con los gritos de su bebé, inició una discusión entre los feligreses que se hizo viral, desatando un debate entre quién tiene la razón en este tipo de casos.
La situación
Sin especificar en qué iglesia fue o su ubicación, en el clip de 2:22 minutos se puede iniciar viendo al padre haciendo el ritual de la santa eucaristía mientras se escuchan los gritos del neonato, por lo que detiene los cánticos de la congregación y con un ademán como invitando a salir a la mamá con el bebé le dice “a ver”.
La joven madre reacciona indignada cuestionando al padre si la está corriendo. “Me está corriendo de una iglesia porque mi bebé está gritando”, lo confronta.
A lo que el sacerdote le contesta que no la está corriendo poniendo de ejemplo cuando se va a una función de teatro o de cine. “Mira, cuando vamos a una obra de teatro bonita o una película bonita, los niños se quedan en casa”, refutó.
“Cuando usted me diga que a la casa De Dios no pueden entrar los bebés, me salgo. No voy a poner atención a sus palabras. Por padres como usted es que la gente deja de llegar a ls iglesias. No voy a sacar a mi hijo, voy a tomar misa “, reviró enérgicamente la mamá.
Sin embargo, en ese momento otra mujer servidora de la iglesia interfiere pidiendo respeto para el padre, pero mencionándole que está molestando con su hijo.
“Discúlpame, pero estás mal, él es el representante de Dios y tú estás molestando con tu bebé. Ahora para poder escuchar el evangelio te tienes que poner de pie, en ningún momento demostraste tu calidad humana y católica, estuviste sentada. El sacerdote, representante de Dios, te está pidiendo que salgas un momentito con tu niño, que lo distraigas y puedes regresar”, le señaló.
En este punto la situación se sale de control por unos segundos debatiendo quién es el que le está faltando el respeto a Dios, hasta que otra servidora media la situación tratando de hacer entrar en razón a los dos partes, quedándose finalmente la joven madre con su bebé a escuchar la misa.
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El debate
El video fue subido a distintas plataformas de redes sociales cuestionando la conducta de todos los involucrados, encendiendo un intenso debate sobre quién tiene la razón.
Entre las posturas que se pueden leer, están los que opinan que la que está mal es la mamá por no salirse un rato de la misa hasta que el bebé se calme.
Muchos otros cuestionan al sacerdote por invitarla a salir poniendo de ejemplo el versículo de Mateo 19:14: “Jesús les dijo: «Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mí: el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos.»”.
Otros reprochan la actitud de los feligreses por su falta de empatía al discutir con la mamá del bebé.
Y muchos más señalan que por este tipo de situaciones es que la gente se aleja de la religión. Pero tú ¿qué opinas? ¿quién crees que tiene la razón? ¿qué crees que debieron haber hecho?
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Qué se puede hacer
De acuerdo al sitio catholic.net, uno de los más famosos en internet para la comunidad católica, indica que en este tipo de problemas hay tres entes involucrados para resolver la situación de la mejor manera.
El desafío para el clero
Los sacerdotes a menudo se enfrentan a la dificultad de mantener la concentración durante la misa cuando los niños hacen ruido. Si bien algunos pueden sentirse distraídos o incluso frustrados, es importante recordar que la paciencia y la comprensión son fundamentales. Los sacerdotes deben ser capaces de separar lo esencial de lo secundario y continuar con la celebración, elevando sus pensamientos y corazones a Dios, a pesar de las interrupciones.
La responsabilidad de los padres
Los padres tienen un papel crucial en esta situación. Si bien es comprensible que los niños se distraigan durante las misas, los padres deben hacer todo lo posible por mantenerlos calmados y respetuosos. Si un niño comienza a llorar o a causar una gran distracción, los padres pueden considerar sacarlo de la iglesia por un tiempo para calmarlo y luego regresar cuando esté más tranquilo.
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La actitud de la congregación
La congregación también juega un papel importante en este tema. En lugar de juzgar a los padres o sentirse molestos por el ruido, los fieles deberían mostrar comprensión y tolerancia. Los niños son el futuro de la Iglesia y es importante crear un ambiente donde se sientan bienvenidos y valorados.
La importancia de la comunidad
La comunidad religiosa debe fomentar un sentido de pertenencia y apoyo mutuo. Los feligreses deberían estar dispuestos a ayudar a los padres con niños pequeños y a crear un ambiente acogedor para todos. Al hacerlo, no solo se fortalece la comunidad, sino que también se transmite un mensaje de amor y comprensión.
En conclusión, la presencia de niños en las misas es una realidad que debe ser aceptada y valorada. Al fomentar la paciencia, la tolerancia y la comprensión, tanto el clero como los fieles pueden contribuir a crear un ambiente donde todos se sientan bienvenidos y puedan experimentar la alegría de la fe en comunidad.
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