Inundación de Tabasco sigue sacando a los cocodrilos a las calles

Pese a lo recurrente que ha sido durante esta contingencia, la presencia de los reptiles continúa siendo un alarmante espectáculo para la ciudadanía

Casimiro Sánchez | El Heraldo de Tabasco

  · viernes 13 de noviembre de 2020

Foto: Carlos Pérez | El Heraldo de Tabasco

Las inundaciones que han prevalecido durante varias semanas en la entidad tabasqueña, ha hecho que la fauna de los cuerpos de agua también continúen dentro de las colonias, haciendo que cada vez sea más constante la aparición de cocodrilos y lagartos paseando sobre las calles.

Los hechos continúan causando asombro y pánico entre la ciudadanía, ya que muchas personas aún continúan dentro de sus viviendas, y temen que los animales escalen a los techos donde se encuentran y puedan hacerles daño.

De igual forma, han alertado a los colonos la presencia de estos ejemplares, debido al riesgo que corren las personas que se trasladan a través de las aguas para ir por víveres, o las que intentan rescatar sus pertenencias. Cabe destacar que los ejemplares, que se han visto alcanzan hasta los tres metros de largo.

Algunos no sólo han sido vistos en los lugares con niveles altos de inundación, sino que también en zonas cercanas, como uno que fue visto en la entrada del emblemático Teatro Esperanza Iris y que sus imágenes causaron asombro entre la ciudadanía a través de redes sociales.

Cabe destacar que hasta el momento, han sido cerca de siete, los que han sido captados paseándose por las calles.

En días recientes, a través de Facebook, fue dado a conocer el presunto ataque de un cocodrilo a una persona, en el Fraccionamiento La Venta, donde supuestamente el reptil le causó un desgarre en una de sus piernas; hasta el momento, las autoridades no han confirmado los hechos, sin embargo, el riesgo de que se den este tipo de hechos continúa siendo latente.

La población ha hecho el llamado a las instancias correspondientes, para estar alerta y a los ciudadanos para estar al pendiente, por los que queden escondidos dentro de las viviendas cuando el agua termine de descender.