Todo aquel que ame las plantas tiene al menos una suculenta en su jardín, y es que su belleza, variedad de colores y facilidad de cuidado la convierten en una de las plantas más solicitadas.
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Entre otros beneficios de esta planta se encuentran su aspecto peculiar que simula una enorme flor, además de ocupar poco espacio y que pueden estar tanto en interiores como en exteriores.
¿Qué colores de suculentas existen?
Algo que probablemente hayas notado es que tienen una gran variedad de colores, ya que puedes encontrarlas en verdes, rojizas, violetas o incluso rosas. Y si tienes una o muchas en casa quizá ya notaste que conforme cambia la temporada, también cambia su color.
Por ejemplo hay unas suculentas que son verdes en el 90 por ciento del año y en una temporada se vuelven violetas, aunque hay otras que no logran cambiar de color. Además el riego, la luminosidad y los fertilizantes también influyen en el color de estas plantas.
¿Qué determina el color de la suculenta?
Lo que determina su color son los pigmentos que se encuentran en su composición, así las verdes tienen clorofilas, las amarillas y naranjas carotenoides y las rosas, violetas, rojizas o azules están compuestas por antocianinas.
Aunque es importante mencionar que el hecho de que puedan cambiar de tonalidad se debe a su composición genética, por lo que no todas pueden cambiar de color u obtener un color en específico.
¿Cómo cambiar el color de las suculentas?
Algo que también influye en el cambio de color de las suculentas, es el estrés que sufren con los cambios climáticos, el riego, la luz, etc. Por supuesto esto se debe realizar con sumo cuidado para evitar dañar la planta.
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Para hacer esto es necesario ir alterando su iluminación, la cantidad de riego, el sustrato que se le administra o también la temperatura en donde se encuentran. Por ejemplo, un cambio que podrías hacer es que las plantas que tengas al interior de tu casa, colocarlas en un lugar donde les de más la luz, con esto se activan sus pigmentos para protegerse y que cambie de color.
Así mismo podrías modificar la frecuencia con la que la riegas, es decir si antes la regabas mucho, esta vez hacerlo un poco menos.