Hoy, como cada día, don Manuel, de 70 años de edad, se levantó a las seis de la mañana, y salió de su casa con su triciclo lleno de dulces y diversos artículos, con la intención de recorrer las calles de Villahermosa y vender su mercancía.
Desde muy joven salió de San Cristóbal de las Casas y se instaló en Tabasco, en donde tiene más de 30 años de vivir, 20 de los cuales se ha dedicado a ofertar sus productos en la vía pública en la capital tabasqueña.
Inició vendiendo en una pequeña canasta, la cual surtía de dulces, pero poco a poco juntó dinero para hacerse de un triciclo, y actualmente ofrece no sólo golosinas, sino que además cuenta con sandalias, mochilas y calcetas.
Este domingo se instaló con su triciclo lleno de productos a las afueras de la iglesia La Santa Cruz, ubicada en el centro de la ciudad, con la esperanza de realizar una buena venta, ya que en el templo católico se realizaban misa y bautizos, sin embargo, durante el tiempo que la lente de El Heraldo de Tabasco permaneció en el lugar, ninguna persona se acercó a comprar algo.
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Ante esta situación, el septuagenario decidió retirarse del lugar; previo a ello, sacó su herramienta para ajustar la tuerca de la llanta delantera izquierda del triciclo, que al parecer estaba floja; colocó su herramienta en un tanquecito que utiliza como asiento, y una vez realizado el ajuste, partió a recorrer las demás calles del centro para vender su mercancía.