I.- Lo que el Covid se llevó...
La historia la cuenta como seguramente se deben contar este tipo de historias, aunque no exista un manual de por medio: así, ubicadas en un tiempo inmemorial, misterioso, legendario. Omitimos el nombre de quien relata, porque se trata de una trabajadora en activo, una enfermera. De modo que, dadas las peculiaridades de esta administración estatal, más que darle miedo los fantasmas a los que se refiere en su relato, le aterra quedarse sin empleo.
El escenario es el Hospital Juan Graham Casasús de la ciudad de Villahermosa, Tabasco. Aquí "Siempre han asustado", afirma esta mujer de mediana edad, con 17 años de vida profesional. "Pero desde que fue lo de la pandemia, ya asustan más feo y más seguido", remata.
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La experiencia la refiere como respuesta al llamado de un servidor en redes sociales, para contar anécdotas, roces (involuntarios o no) con lo paranormal, como parte de la sección "Asústame" de El Heraldo de Tabasco, y debido a la cercanía con el Día de Muertos y el Halloween. Sin embargo, para Carolina 'N', no es precisa una fecha en especial para encontrarse de frente con lo desconocido.
"Si usted recuerda, durante la pandemia, en este hospital fue donde más médicos y enfermeras fallecieron. Y es que al principio fue un caos, nadie sabía qué hacer, cómo protegerse. Por la gran cantidad de personas que acudieron al presentar síntomas de Sars-CoV-2 se requirió que el personal médico y de enfermería permaneciera más tiempo en el área de primera atención y doblara o hasta triplicara turnos. Ahí se dio el contagio masivo que derivó en tantas muertes"
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"Pareciera que eso fue hace muchísimo tiempo, pero en realidad es muy reciente. A pesar de ello, a muchos ya se les olvidó el miedo, la incertidumbre de aquellos días en que la muerte se paseaba como si nada, entre nosotros. Se nos olvida, pero las almas o las energías (Sic) de los que fallecieron se encargan de recodarnos que de alguna manera siguen aquí.
"Hay noches en las que puedes ver a alguna enfermera sin piernas, como flotando entre los pasillos. Al principio no ves nada raro, parece algo normal, hasta que te das cuenta que no te da la cara, o no se la puedes ver. Tratas de alcanzarla, pero parece deslizarse. Otras veces ella está de espaldas, y si le preguntas algo, sí te contesta, pero el rostro, supuestamente, nunca se lo puedes ver. Si la sigues, da vuelta en un pasillo y de pronto ya no está.
"Los pacientes también nos han dicho las cosas extrañas que les toca presenciar. Hay médicos que de madrugada llegan a revisar algún expediente, dan alguna indicación, o reconfortan al enfermito, sobre todo si se éste queja mucho. Y cuando llega el internista se dan cuenta que al tal médico que los atendió nadie lo conoce, o peor aún, que corresponde con la descripción de algún compañero ya fallecido".
Y es que, al corte realizado a finales de noviembre de 2020, el Hospital Regional de Alta Especialidad Dr. Juan Graham Casasús, había registrado el deceso por Covid-19 de 29 trabajadores, de los cuales al menos 17 eran doctores, y unas 10 enfermeras, casi todos pertenecientes a grupos de alto riesgo, según datos revelados en su momento por la Secretaría de Salud del Estado de Tabasco.
"Fueron muchos los muertos por luchar contra la pandemia", resalta Carolina. "A todos ellos nuestro agradecimiento, los recordamos con respeto. Fantasmas o no, ellos siguen aquí", finaliza.
II.- La niña que preguntaba por su madre
Seguramente pocos lugares hay que acumulen más historias de dolor y tristeza que los hospitales abandonados. Y la ciudad de Villahermosa tiene algunos de estos sitios que, ya sea por mudanza de la infraestructura médica, o debido a que las instalaciones se han visto rebasadas en cuanto a capacidad y tecnología, actualmente se encuentran permanentemente cerrados al público.
Habla uno de los empleados que fueron reubicados. Conoce perfectamente las instalaciones del viejo hospital, porque trabajó ahí varios años... y también fue testigo de la transición al nuevo "Daniel Gurría Urgell", a menudo señalado de ser un "elefante blanco", ya que su apertura demoró más de la cuenta (estaba pendiente desde el 2020, e incluso antes de la pandemia) y en el que se gastaron más de mil 200 millones de pesos. Hasta el momento, algunos derechohabientes siguen criticando que el hospital es lejano (se encuentra en el kilómetro 15 de la carretera Villahermosa-Macuspana) e ineficiente, pero esa es otra historia de miedo.
"En el viejo hospital pasaban cosas. Cosas que se contaban entre los médicos y las enfermeras, y que también les pasaban a los administrativos, aunque tienen horarios y zonas de trabajo muy diferentes. Una de las más sonadas es lo que pasaba en el área donde se almacenaban los cadáveres.
"Se dice que en días muy concurridos, hasta doce o quince cuerpos podían estar ahí, esperando que sus familiares concretaran los trámites para poderles dar cristiana sepultura. Pero a veces, algunos quedaban rezagados por que eran personas originarias de otros estados, o que por alguna razón sus familiares no se enteraban del fallecimiento.
"Una vez, hace muchos años, debió ser a finales de los ochenta o principios de los noventas, se quedó ahí el cuerpo de una niña que murió de una enfermedad desconocida. Cuentan que la chiquilla había permanecido internada algún tiempo, con etapas de mejora y constantes recaídas. Cuando más o menos se recuperaba, la pequeña siempre preguntaba por su mamá. Hasta que murió, tristemente, en la más completa soledad, porque nunca nadie llegó a reclamar su cadáver, por lo que fue necesario sepultarla en la fosa común.
"Los médicos, sobre todo los nuevos, decían encontrarse de noche a una pequeña paciente que andaba deambulando en los pasillos, y se sorprendían cuando los doctores con más antigüedad les decían que era el espíritu de una niña muerta".
En contraste, recientemente, el nuevo Hospital del ISSSTE en Villahermosa, en la comunidad de Dos Montes, ha sido escenario de un par de videos que se viralizaron, debido a que consignan la supuesta actividad paranormal que ahí ocurre, de acuerdo a una oportuna nota de El Heraldo de Tabasco.
—Se dice que en las nuevas instalaciones también "espantan", ¿es cierto? —le pregunto.
—No me ha pasado, pero eso dicen, y ahora hasta hay videos...
—¿Usted no ha visto nada? —insisto.
—Nada de nada. A mí lo que me da terror es que me queda muy lejos y para acá casi no hay transporte...
III.- "Una aparición paseó en brazos al recién nacido"
Saturnino nos cuenta, a propósito de una vieja clínica de la ciudad de Villahermosa:
"Ocurrió en uno de los partos de mi madre. Yo la escuché platicar la experiencia en el penúltimo, que corresponde a mi hermano Josué, y recuerdo todo muy bien, por la ubicación de la habitación. Yo viví cinco partos de mi madre en esa clínica del doctor Sala.
"Hoy en día ella cuenta que esta experiencia ocurrió en el último de sus partos, que fue el de mi hermana Virginia. Aparentemente hay una confusión de ella, o mía, ahí, o no sé. En este, uno de los episodios de mi madre, el recién nacido estaba en su cunero. Mi mamá despierta de su sueño y ve a una mujer de aspecto etéreo, suspendida en el aire.
"La aparición toma en brazos a mi hermano, o hermana, y pasea al recién nacido por toda la habitación. Mi madre sentía pesada su lengua, y aunque no podía hablar, sentía el impulso de preguntar quién era. La aparición se satisfizo sólo paseando a la criatura y luego la acomodó de nuevo en la cuna.
"La aparición abandonó el sitio como corresponde, sin usar puertas o ventanas, solamente desapareciendo. La anécdota sobrenatural dejó secuelas en este mundo de vivos. Si fue mi hermano Josué, definitivamente sí está jugado de duende, no carbura como humano normal. Si fue mi hermana Vicky, pues es menos funcional como humana, pero sí, en ocasiones decimos que fue jugada por el duende (o aparición) aquella...
"Las enfermeras de la vida real le dijeron a mí mamá que (quién paseó el recién nacido) tenía que ser el alma de algún difunto, de tantos que perdieron la vida en ese inmueble, por cierto, hoy abandonado..."