De nueva cuenta la cabeza Olmeca, emblema de Tabasco en el mundo, vuelve a ser tendencia a nivel nacional, ya que en redes sociales circula una serie de fotografías de una cabeza Olmeca aplastando un Tesla abandonado en un terreno baldío en la colonia Roma de la Ciudad de México.
La imagen sorprendió primero a los vecinos de esa popular colonia, pero en realidad se trata de una obra que forma parte de la colección artística de Neo-tameme, del escultor Chavis Mármol.
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De acuerdo con el artista, la pieza busca demostrar que lo que realmente importa son las raíces de las cuales venimos.
“Podemos ver cómo la cabeza logra imponerse sobre el objeto tecnológico, aplastándolo y quedando glorificada ante un objeto de deseo. Al final es solo eso, solo un producto de un sistema capitalista”, comenta en un video en el que explica su obra.
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La cabeza se encuentra en la calle Colima número 71, en la colonia Roma de la Ciudad de México; justo en un pequeño lote a un lado del hotel, está la pieza.
La escultura en cuestión presenta una réplica de una cabeza Olmeca tallada en cantera, que pesa aproximadamente nueve toneladas. Sobre esta imponente escultura descansa un Tesla Model 3, el cual fue aplastado por el colosal peso de la cabeza.
La elección de un Tesla, símbolo de innovación tecnológica y éxito empresarial, como "lienzo" para esta obra de arte es intrigante y provocadora.
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Chavis Mármol, con menos de diez años de carrera, ha logrado crear obras complejas, divertidas y críticas al contexto social, político y económico de nuestro tiempo. Su capacidad para resolver problemas técnicos y su profundo conocimiento de materiales le han permitido producir esta impactante escultura. A
Se ha dado a conocer que el auto tiene un valor entre un millón de pesos, por lo que para algunos causó susto, para otras risas e incluso extrañeza.
“La cabeza olmeca se impone ante este objeto tecnológico, quedando glorificada ante este objeto, que por muy objeto de deseo es un producto de un sistema capitalista cuando en realidad lo que realmente lo que importa es aquello donde venimos, lo que somos y hemos sido generación tras generación”, señala el escultor hidalguense.