Llegó la temporada de fuertes lluvias, mayormente acompañadas por actividad eléctrica, mismas que representan un riesgo de acuerdo a su intensidad y la zona a la cual afecten.

Las tormentas eléctricas pueden generar efectos adversos en las personas, principalmente dentro de un radio de impacto de 120 metros, como lo son: quemaduras en la piel, ruptura de tímpano, lesiones en la retina, caída al suelo por onda expansiva, caída al suelo por agarrotamiento muscular debido a una tensión de paso ligera, lesiones pulmonares y lesiones óseas y estrés-pos-traumático.

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En casos extremos, pueden causar la muerte por paro cardiaco, respiratorio o lesiones cerebrales. Los rayos también pueden producir daños en el sistema nervioso, ruptura de huesos, así como la pérdida de visión y audición.

¿Qué sí qué no hacer?

Por ello, es necesario tener conocimiento acerca de lo que se debe y no se debe hacer durante un fenómeno de esta naturaleza, por lo cual el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenepred) emitió una serie de recomendaciones a seguir.

Lo primero es alejarse de los lugares altos, como cumbres, cimas, lomas, y refugiarse en zonas bajas pero no propensas a inundarse o a recibir avenidas súbitas.

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También es importante apartarse de terrenos abiertos, por ejemplo, praderas, cultivos, campos de golf, terrazas, azoteas y estacionamientos abiertos, ya que las personas pueden sobresalir por su tamaño y convertirse en pararrayos.

Por ningún motivo se debe correr durante el evento, pues resulta peligroso debido a que la ropa mojada provoca una turbulencia en el aire y una zona de convección que puede atraer un rayo.

Es necesario deshacerse de todo material metálico (bastones, mochilas con armazón, botas con casquillos, paraguas, herramientas, utensilios agrícolas, etc.), ya que son buenos conductores eléctricos.

Por ningún motivo, la persona deberá resguardarse debajo de un árbol o roca, pues a que el primero por su humedad y verticalidad, aumenta la intensidad del campo eléctrico; y el segundo, porque los rayos suelen caer sobre objetos sobresalientes. Tampoco se deberá refugiar en edificios pequeños o aislados como graneros, chozas, cobertizos, tiendas de campañas, entre otros.

Debe retirarse de objetos y elementos metálicos como vallas, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, rieles de ferrocarril, bicicletas, motocicletas y maquinaria pesada, puesto que la proximidad con éstos provoca una onda de choque generada por el rayo que, a su vez, calienta el aire y puede producir lesiones en los pulmones.

Se debe evitar cualquier contacto con cuerpos de agua, ríos, lagos, mar, albercas, así como zonas mojadas.

En caso de haber un edificio o vehículo muy cerca, intentar llegar a él. De preferencia, no refugiarse en edificios pequeños o aislados como graneros, chozas, cobertizos, tiendas de campañas, entre otros. Buscar una zona que se encuentre un poco más baja que el terreno circundante.

Tampoco se debe acostar, ya que la tierra húmeda conduce muy bien la electricidad. Intentar agacharse lo más posible, pero tocando el suelo sólo con las plantas de los pies.

En caso de encontrarse dentro de una cueva o saliente rocoso se debe rehuir de ella, ya que el rayo puede echar chispas a través de estas aberturas e, incluso, entrar por los canales naturales de drenaje para sus descargas, ya que se acumula el aire ionizado que aumenta esta probabilidad.

Apagar los instrumentos de localización y transmisión-recepción portátil (celulares, walkie-talkies y GPS) y demás aparatos electrodomésticos, ya que sus radiaciones electromagnéticas puedan atraer los rayos y/o causar graves daños provocados por la variación de voltajes.

Se deberán desconectar los enseres electrodomésticos y otros aparatos eléctricos, como las computadoras. Las variaciones de voltaje que provocan los rayos pueden causarles graves daños.

¿Cómo protegerse de las descargas eléctricas?

Como todo fenómeno natural, no es posible controlar la ocurrencia de las tormentas, por lo que se dan las siguientes recomendaciones para protegerse de las descargas que acarrean.

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Dentro del hogar, se deben cerrar puertas y ventanas para evitar corrientes de aire; no acercarse a las ventanas abiertas para observar la tormenta; desconectar los aparatos eléctricos, así como las antenas de televisión y cable, ya que el rayo puede entrar por el cableado y las tuberías e incluso, provocar daños a los mismos; evitar el contacto con el agua, incluyendo bañarse durante la tormenta eléctrica; mantenerse aislado, una forma es sentarse en una silla de madera, apoyando los pies en la mesa del mismo material. También se puede estar seguro, acostado sobre una cama que posea una base de madera.

Si la tormenta te agarra en el exterior y estás en grupo, se recomienda dispersarse unos metros y adoptar las siguientes posiciones y acciones: si hay niños, para evitar el pánico y/o posible extravío, es conveniente que se mantenga el contacto visual y verbal con ellos; no obstante, cada uno deberá estar separado de los demás.

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En caso de una sensación de cosquilleo en el cuerpo, se eriza el cabello y se observan chispas en un objeto de metal, se deberá colocar en cuclillas apoyándose sobre la parte anterior de la planta de los pies, llevar las manos sobre las orejas y colocar la cabeza entre las rodillas. Se deberá hacer lo más pequeño posible y reducir al mínimo el contacto con el suelo, sin tenderse en él.

Estando en el auto, el mejor sitio para protegerse es dentro de él con el motor apagado, sin antena de radio y con las ventanas cerradas. Así, cuando caiga un rayo en el auto, sólo caerá por el exterior, mientras que el interior quedará exento si no está en contacto con algún objeto de metal.

Qué hacer si el rayo alcanza a alguien

Si no se puede evitar esta situación, lo primero será pedir urgentemente asistencia médica. Si la persona afectada no respira o el corazón ha dejado de latir, se debe intentar reanimarla con los primeros auxilios, como lo es la respiración artificial.