Irónicamente en nuestro mundo sobrepoblado la soledad es un problema que tenemos que enfrentar muchas veces en nuestra vida. Y por desgracia no es un mero asunto psicológico y personal, sino todo un problema de salud pública que, como una pandemia, trasciende las fronteras, afecta a jóvenes y adultos mayores, y puede llegar a cobrar vidas.
Y es que los efectos negativos de la soledad en el organismo son tan graves que se le considera un factor de riesgo como el alcoholismo, la obesidad y el consumo de tabaco, pudiendo llegar a causar padecimientos del corazón, así como enfermedades mentales.
A diferencia de esos factores de riesgo, la soledad no es tan fácil de distinguir, al tratarse de una experiencia personal y subjetiva. Además, precisamente por estar sola, la situación de la persona solitaria suele ser ignorada por amigos y familiares.
Un estudio llevado a cabo en Reino Unido encontró que el 5% de los adultos experimentan soledad. Mientras que un estudio de 2021, citado por la Organización Mundial de Salud, indicó una prevalencia de soledad de 25-32% en Latinoamérica, lo cual significaría que la gente experimenta más sensación en nuestros países que Estados Unidos y Europa. Esta cifra sorprendentemente alta de América Latina se explica ya que la soledad comúnmente está asociada a dificultades económicas y problemas de salud.
¿Qué nos cuesta compartir un poco de nuestro tiempo? / Foto ilustrativa: Pixabay
Los adultos mayores más vulnerables
Tristemente, los adultos mayores son los que más seguido experimentan la soledad y todos hemos oído casos de abuelos que se encuentran en el abandono y que muchas veces, incluso, fallecen sin que nadie se entere hasta mucho después.
De acuerdo al artículo “Soledad, aislamiento social, enfermedades cardiovasculares y mortalidad”, las razones para que los adultos mayores enfrenten situación de soledad son con frecuencia “movilidad reducida, dificultad para hablar o escuchar, deterioro cognitivo, pérdida de redes sociales, fragmentación de familias, mala salud y recursos financieros limitados.”
Lo cierto es que en nuestra sociedad los adultos mayores son especialmente vulnerables al aislamiento social principalmente debido a razones económicas.
De acuerdo a otro estudio presentado por la OMS explica que “el aislamiento social y la soledad se asociaron con un 29 % y un 26 % más de probabilidad de mortalidad, respectivamente. Ambos predijeron significativamente la mortalidad prematura, y de manera equivalente, y los adultos de mediana edad pueden tener un mayor riesgo de mortalidad que los adultos mayores cuando están socialmente aislados o solos”.
Lo cual significa que una persona de mediana edad que experimenta soledad, tiene tantas probabilidades de morir como una persona de la tercera edad. Y es que se ha encontrado una relación entre las enfermedades cardiovasculares, causantes de muchos fallecimientos, y la soledad.
Los seres humanos somos animales sociales, necesitamos la compañía y la colaboración para sobrevivir. Y conforme nos hacemos viejos necesitamos más del cariño y la atención de otras personas. Por ello recuerda visitar de vez en cuando a los adultos mayores y haz sus últimos años más llevaderos.
Publicado original en El Heraldo de Chihuahua