Cuántas veces nuestros padres nos nos advertían que, si nos metíamos al mar, río o alberca inmediatamente después de comer corríamos peligro, porque nos podía dar una indigestión que podía incluso causarnos la muerte.
Este síndrome se conoce como hidrocución, que es un estado de síncope o postración de las funciones vitales a causa de un cambio brusco de temperatura que experimenta nuestro cuerpo por contacto súbito en agua muy fría, lo que puede terminar produciendo un paro cardiorrespiratorio.
Lee más: ¿Qué es el “agua mala” la medusa que ha causado alertas en Centla?
Un factor de riesgo es haber estado durante un periodo prolongado expuesto al sol y sumergirse en agua muy fía, ya que el cambio brusco de temperatura podría ocasionar un estrechamiento de los vasos sanguíneos, con lo que llegará menos sangre al cerebro, produciendo un desmayo.
A pesar de que cualquier persona puede sufrir una hidrocución, están más predispuestos a sufrirlos los niños, las adultos mayores o personas que consumen alguna medicación.
Otra causa de hidrocución incluyen, además de la exposición prolongada al sol, hacer ejercicio físico antes de ingresar al agua, ingerir abundante alcohol, o realizar una comida copiosa, pues después de comer, la sangre se acumula en el aparato digestivo y llega en menor cantidad al cerebro y en consecuencia, al sistema cardiorrespiratorio, por ello se recomienda esperar durante dos horas a que la comida haga digestión para poder bañarse.
Recibe a partir de ahora las noticias más importantes directo a tu WhatsApp
¿Cuáles son los síntomas de la hidrocución?
Los principales síntomas de una persona que está sufriendo una hidrocución incluyen:
- - Mareos
- - Palidez y escalofríos
- - Náuseas y vómitos
- - Calambres
- - Dolor de estómago
- - Sudoración
- - Visión borrosa
- - Un corte brusco de la respiración y de la llegada de oxígeno al cerebro, que puede acabar en desmayo
- - Descenso de la presión arterial
- - Pitidos en los oídos
¿Qué hacer en caso de una hidrocución?
Es importante saber cómo reaccionar en caso de que se presente una hidrocución en el agua. Lo primero es llamar al servicio de emergencia de forma inmediata, además de sacar del agua a quien lo está sufriendo, colocarlo con las piernas en alto para evitar que pierda súbitamente la conciencia, taparlo para mantener su temperatura corporal, y comprobar si aún respira.
De igual manera es necesario rehidratarlo con agua o suero, para que la presión arterial se estabilice, y en caso de que haya sufrido un paro cardiorrespirtorio, es necesario iniciar con la reanimación cardiopulmonar básica.
Medidas para prevenir una hidrocución
Como todo padecimiento, la hidrocución se puede prevenir siguiendo los siguientes consejos:
- Entrar al agua de forma progresiva, procurando que nuestro cuerpo se adapte poco a poco al cambio de temperatura. Las zonas más sensibles a este cambio son la nuca, el abdomen, tórax, muñecas y tobillos. Podemos iniciar la inmersión mojando pies, luego brazos y así sucesivamente con el fin de que nuestra temperatura vaya bajando gradualmente, principalmente en aguas frías.
- - Evitar las alturas al saltar al agua, el impacto contra la superficie podría ser negativo
- - No ingerir comidas abundantes antes de un baño.
- - Hidratarse correctamente.
- - No beber líquidos fríos después de haber realizado ejercicio físico intenso.
- - Evitar los cambios bruscos de temperatura y largas exposiciones al sol.
- - Nadar en zonas vigiladas y con medidas de seguridad.
- - No meterse en el agua inmediatamente después de haber realizado ejercicio intenso.