El acoso escolar es una realidad que viven día con día miles de niños en México, donde incluso las consecuencias pueden ser tan graves que caen en agresiones físicas como heridas de gravedad, violación o incluso asesinato. Es por eso que tanto los padres de familia como las autoridades educativas tienen la obligación de frenar la violencia incluso desde antes de que esta comience a gestarse.
Cómo padres lo primero que hay que hacer es estar al pendiente de cualquier señal de alerta que indique que nuestros hijos están sufriendo cualquier tipo de acoso. Así mismo, es necesario que en caso de que el menor muestre signos de violencia o tenga la confianza de contarte que está pasando por un episodio de Bullying, tomes cartas en el asunto acudiendo directamente al centro escolar.
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Así mismo, sería necesario ponerse en contacto con la Secretaría de Educación Pública de México. Esto ya que la SEP ha implementado dos dos vías de comunicación para los casos de bullying. La primera de las vía es la telefónica 01 800 11 22676, y la segunda es la página web http://www.acosoescolar.sep.gob.mx/.
Así mismo, debes saber que puedes solicitar una indemnización por acoso, al iniciar un juicio de responsabilidad civil contra la escuela donde se llevó a cabo el acto, sin importar si esta es pública o privada.
Esto ya que el acoso puede ser acreditado como daño moral y puede calificarse según la gravedad, sobre todo si se viola la integridad de la víctima o se le quita la vida. Así mismo, hay que realizar valoraciones psicológicas donde peritos emitirán un dictámen para determinar el daño emocional de la víctima.
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En caso de que se compruebe que se está incurriendo en acoso, se pueden solicitar los gastos generados que incluyen especialistas como psicólogos o incluso médicos, en caso de que haya habido violencia física.
Para realizar la denuncia es necesario crear un escrito con el desahogo de pruebas que incluye la evidencia del daño físico o mental, así como el generado por el acoso. También es necesario aclarar si el menor padece algún tipo de padecimiento, ya sea psicológico o emocional.