Es bien sabido que para iniciar a correr no se necesita de un equipo especializado; sin embargo, el calzado juega un papel fundamental para realizar correctamente esta actividad sin lesionarse.
Dado que se trata de un deporte de alto impacto, el calzado deportivo adecuado para runners debe estar bien amortiguado y ser cómodo, además de que no debe lastimar ninguna parte del pie. Si el amortiguamiento no es el correcto, el impacto repetido sobre las piernas puede provocar una lesión.
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Al elegir un zapato para correr, no basta sólo guiarse por el diseño. Se deben tener en cuenta aspectos como la experiencia del corredor, el sexo, su pisada y cómo van a ser los entrenamientos, en función de la distancia y el tipo de suelo sobre el que se realizará esta actividad.
En corredores con mayor peso se requerirá unos tenis con amortiguación extra que le proteja las articulaciones en cada zancada durante el tiempo que realice la actividad.
También debe tenerse en cuenta la estabilidad y el retorno de energía de la suela.
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Mientras que los runners ligeros pueden utilizar calzado flexible, ligero y con poca amortiguación. La técnica al correr también influye en el tipo de amortiguación requerida.
Tipos de pisada: Aspecto básico al elegir tenis
El tipo de pisada se mide en función de la pronación de los pies del corredor; siendo la pronación es el giro natural del pie hacia adentro al caminar. El nivel de pronación es clave para elegir correctamente el calzado. Una simple prueba puede decir si el arco es plano, normal o alto (cavo).
De este modo, se tienen tres tipos de pisada basados en la altura del arco del pie. Las personas con los pies planos o arcos muy bajos tienden a sobrepronar. En cambio, quienes tienen arcos altos tienden al efecto contrario, es decir a supinar. Los corredores con arcos normales tienen un patrón de pronación normal.
Los tenis para corredores sobrepronadores incluyen un poste medial en el arco del pie para limitar la rotación. En cambio, para supinadores pueden ser todos aquellos con máxima amortiguación, para evitar el impacto excesivo en la tibia y pantorrillas.
Calzado para cada pie y estilo
El calzado deportivo no se debe elegir con base en la última tendencia de moda. Más bien, se deben escoger de acuerdo a cómo funcionan. Existen diferentes tipos, de acuerdo al tipo de pie y estilo de carrera.
- Control del movimiento. Estos tenis son los más rígidos y están diseñados para ofrecer más apoyo y evitar que el pie rote demasiado hacia el interior (sobrepronación). Deben estar bien amortiguadas para reducir el impacto.
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Normalmente son pesadas pero duraderas.
- Estabilidad o amortiguación estructurada. Están pensados para sobrepronadores leves o moderados que necesitan algo de estabilidad, así como amortiguación. Presentan una combinación de amortiguación, estabilidad y durabilidad.
- Amortiguación (neutral). Estos son las más flexibles, blandas y ligeras.
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Presentan el menor apoyo y la mayor amortiguación. Están diseñadas para personas sin sobrepronación (corredores neutrales), supinadores o personas con arcos altos.
- Ligerao. Fueron diseñados para la velocidad. Tienen un acolchado y apoyo básico y se emplean para entrenamientos a altas velocidades o para competir.
- Los corredores de alto rendimiento y neutrales los emplean porque ofrecen la ventaja de la velocidad para el entrenamiento y la competición.
- Superficie para correr. Existen distintos tipos de calzado acordes a las superficies por las que se corra. Si se trata de un corredor de carretera principalmente, la amortiguación es muy importante. Pero si corre por superficies irregulares como terrenos (campo a través), serán necesarios zapatos que no se retuerzan. Se denominan tenis de control de la torsión. Si se harán entrenamientos de velocidad en pistas de atletismo, será necesario un par de tenis de clavos, que contiene clavos en las suelas que se entierran en la pista para evitar que se resbale.
Consejo final
Comprar zapatos de correr económicos no es la mejor opción; es un ahorro que a la larga saldrá caro. Generalmente, las opciones más económicas no funcionan bien y pueden ocasionar problemas en pies y piernas. Si el presupuesto no alcanza para los más costosos, se debe optar por unos de gama media, de marcas reconocidas.
Tampoco se recomienda comprar zapatos de correr de segunda mano. Con el tiempo pierden elasticidad y el plástico se daña.
Cuando se termina la vida útil de los tenis se podrá saber al momento de que se comience a experimentar dolor en las articulaciones, puede ser porque ya estén dañados.
Si después de comprar los zapatos no son tan cómodos se les pueden colocar unas plantillas internas, que ayudarán a que se sientan cómodos, brindarán más soporte y quedarán mejor.
