Iniciar una rutina de carrera puede ser desafiante, pero con la preparación adecuada y la motivación correcta, se puede convertir en una actividad segura y divertida. Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para garantizar una transición sin contratiempos a tu nuevo hábito de correr.
Lee más: ¿Iniciarás una dieta? Esto es lo que debes tomar en cuenta
Preparación Física
Si no has realizado actividad física en más de un año, es crucial consultar a tu médico antes de comenzar un programa de entrenamiento. Un chequeo rutinario garantizará que estés en condiciones adecuadas para iniciar el running y permitirá recibir orientación personalizada.
Encuentra tu motivación para correr, ya sea para bajar de peso, reducir el estrés, mejorar la salud general o alcanzar otros objetivos personales. Establecer metas claras te ayudará a mantener la constancia en tu nueva rutina.
Equipo Esencial:
Elige zapatillas cómodas y adecuadas para tu tipo de pie. Selecciona ropa cómoda y ajustada al clima, y considera el uso de medias transpirables. Aplica protector solar si corres al aire libre y lleva un dispositivo de cronometraje si es posible.
Antes de correr, realiza un calentamiento adecuado, incluyendo estiramientos dinámicos para preparar los músculos. Incorpora caminatas o trotes suaves durante 5 a 10 minutos antes de aumentar la intensidad.
Establece tu Ritmo
Inicia gradualmente, ajustando tu ritmo y distancia según tu condición física actual. Escucha a tu cuerpo y avanza a tu propio ritmo, combinando caminatas con corridas a medida que te sientas más cómodo. Crea un plan de entrenamiento que incluya objetivos alcanzables y días de descanso. Incorpora entrenamiento cruzado para equilibrar diferentes grupos musculares y prevenir lesiones por uso excesivo.
Presta atención a tu respiración, postura, balanceo de brazos y relajación de las manos mientras corres. Consume alimentos ligeros ricos en carbohidratos antes de correr. Bebe agua cada 20 minutos durante tu entrenamiento, especialmente en carreras prolongadas. Post-entrenamiento, prioriza carbohidratos y proteínas para una recuperación efectiva.