Las personas pueden tener adicciones y no saberlas, a continuación tres instituciones indican algunas que no tienen relación con drogas, pero pueden ser extrañas.
El instituto Castelao, entidad de sanidad privada especializada en el tratamiento de adicciones o sustancias psicoactivas indica las siguientes:
Comer papel higiénico: es uno de los productos incomestibles que algunas personas ingieren. Estos adictos llegan a comerse un rollo de papel al día para mitigar su ansiedad.
Te puede interesar: Adicción a los videojuegos, desde hoy una enfermedad mental
Masticar hielo o piedras o vidrios: otros de los denominados Trastornos de Pica, como el anterior. Dentro de los objetos raros que la gente come están estos. Por supuesto, pueden ocasionar lesiones más o menos graves para la salud.
Comer tierra: Esta costumbre es otro ejemplo de trastorno de pica. Sin embargo, la geofagia puede ser bastante natural en algunas culturas. Pero en la nuestra es un comportamiento compulsivo, pues se ingiere en cantidades abusivas.
Lee más: Renata Terra reflexiona sobre la adicción a la tecnología
Arrancarse el pelo e incluso comérselo: una adicción rara, pero no tan inusual. De hecho, esta adicción se denomina Tricotilomanía. Este comportamiento incontrolable puede llegar a dejar calva a la persona en diversas zonas de su cuerpo. Si, además, estos adictos ingieren su propio vello o cabello, la adicción es doblemente contraproducente para su salud.
Tanorexia o adicción al bronceado: la obsesión por la estética veraniega lleva a muchas personas a abusar de los rayos UVA. Con sesiones de solárium todo el año y exposiciones prolongadas al sol en los meses de verano. Así, por muy quemada que esté su piel, estas personas no dejan de seguir poniéndose morenas.
Adicción a los tatuajes: se trata de una de las adicciones más novedosas. En efecto, los tatuajes se han popularizado mucho. Pero hay gente que no se conforma con tener unos pocos, sino que convierten a su cuerpo en un mapa lleno de tatuajes. Esta afición desenfrenada, además de muy costosa, termina por volver a la persona irreconocible bajo tanto dibujo y tinta.
Adicción a la pornografía
Aparte de las mencionadas anteriormente, está la adicción a la pornografía, en la que según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge, Reino Unido, la pornografía desencadena en el cerebro de las personas que sufren de adicción sexual reacciones similares a las que causan las drogas en el cerebro de los adictos a esas sustancias.
Cabes señala que en términos médicos, la adicción al celular no es todavía una categoría diagnosticada, señala la Universidad de Chile, sin embargo, los expertos advierten que la dependencia y falta de control que afectan a algunos usuarios de teléfonos móviles es similar a la que sufren los adictos a sustancias o al juego.