Una trombosis es la formación de un coágulo de sangre en el interior de una vena o arteria que impide o dificulta el flujo normal de la sangre. Si se produce una trombosis en una vena de la pierna se le llama trombosis venosa profunda o TVP.
Las causas de una trombosis en la pierna pueden ser diversas. Los principales factores de riesgo son la inmovilidad prolongada, la obesidad, el tabaquismo, la terapia hormonal, la cirugía reciente, la presencia de varices y ciertas enfermedades como la diabetes o el cáncer.
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Cualquier persona puede desarrollar una trombosis en la pierna, pero existen ciertos grupos de mayor riesgo como por ejemplo las personas mayores, las mujeres embarazadas, las que han dado a luz recientemente, las que han sufrido lesiones en las piernas y las que tienen antecedentes familiares de trombosis son más propensas a desarrollar esta afección.
¿Qué riesgos tiene una trombosis en la pierna?
De acuerdo al sitio Diagnóstico Rojas, la trombosis puede provocar dolor, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en la pierna afectada, así como alteraciones en la temperatura y la coloración de la piel.
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Es peligrosa en algunos casos porque puede desprenderse el coágulo. Por eso, es fundamental consultar con un médico ante cualquier síntoma o complicación.
¿Cuáles son los síntomas de trombosis en la pierna?
Algunos de los síntomas pueden ser:
Dolor en la pierna afectada: el dolor puede ser constante, punzante o sordo y se siente principalmente en la pantorrilla o en la parte posterior de la rodilla.
- Hinchazón: la pierna afectada puede estar hinchada, caliente y enrojecida.
- Dificultad para caminar: puede haber una sensación de pesadez o debilidad en la pierna, lo que dificulta la movilidad.
- Sensibilidad en la pierna: la pierna afectada puede estar sensible al tacto.
- Cambios en la temperatura y el color de la piel: la piel puede sentirse caliente al tacto y mostrar un tono rojizo o azulado.
Es importante tener en cuenta que algunas personas pueden no presentar ningún síntoma. Por lo tanto, es importante estar alerta ante cualquier posible señal y acudir a un profesional de la salud si se sospecha o tiene alguna duda.