¿Sabías que los alimentos que ingerimos tienen que ver con nuestro estado de ánimo? Nuestra alimentación no solo afecta la salud física, sino también nuestro estado de ánimo y salud mental.

Consumir alimentos ricos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y ácidos grasos omega-3 puede mejorar significativamente nuestro estado de ánimo.

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Por otro lado, una dieta alta en grasas saturadas, azúcares refinados y alimentos procesados puede contribuir a sentimientos de cansancio, irritabilidad y falta de energía.

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Además, la estabilidad en los niveles de azúcar en la sangre juega un papel importante. Los picos y caídas abruptas pueden afectar negativamente nuestro humor, causando desajustes emocionales y dificultad para concentrarnos.

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Es importante ser conscientes de cómo nuestros hábitos alimenticios afectan no solo nuestro cuerpo, sino también nuestra mente.

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Optar por una alimentación equilibrada y variada, que incluya frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros, puede ayudar a que nuestro estado de ánimo sea más estable,