¿Comes para vivir o vives para comer?

La comida debe ser un placer no un castigo, señaló una especialista y preguntó ¿Comes para vivir o vives para comer?

José Gómez / El Heraldo de Tabasco

  · viernes 26 de abril de 2024

Hombre comiendo, Foto: Cortesía / Pixabay

Una especialista indicó que hay distintas realidades al comer y el hacerlo no debe ser un castigo sino un placer, y al mismo tiempo hizo la pregunta ¿Comes para vivir o vives para comer?

Se trata de la doctora en Nutrición por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana, Sonia Ximena Suárez Mercado. Ella al hablar sobre el tema de la alimentación mencionó: “Hoy en día, el papel de la educación nutricional toma bastante fuerza" y después hizo el citado cuestionamiento.

La especialista habló de distintas realidades al comer y formuló otra pregunta: “¿Qué comes cuando estás aburrido o cuando estás enojado o triste?”

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De esta manera, la nutrióloga comenzó su plática y a manera de respuesta a su pregunta anterior dijo: “Ya no me preocupo si es un pepino o una taza de té sin azúcar, sino lo que quiero es que satisfaga mi emoción, entonces por ahí va el tema de comes para vivir o vives para comer. Qué tanto tiempo le vamos a dar a esta parte, qué tanto peso, sobre todo desde la psicología de la alimentación.

Huevos, un alimento que puede ser parte de un desayuno. Foto: Cortesía / Pixabay

“No siempre tenemos consciente me corresponden mil 500 calorías, pero si se me antojaron unos chocolates porque me recuerdan cuando era chiquita y quiero sentir cerca a mi familia, entonces voy a consumir esos chocolates”.

Al continuar precisó que “la alimentación es un acto social”, y añadió: “Qué tanto contemplamos las calorías, qué tanto nos esclaviza estar contando o midiendo calorías, ahí va esa delgada línea de la psicología de la alimentación que estudia los trastornos de la conducta alimentaria”.

Suárez Mercado refirió que la comida tiene efectos diferentes en las personas: “Hay mucha gente que no le genera problemas al saber de calorías, alimentos que contienen más grasa, menos grasa, pero habrá otras que dirán yo ya no puedo comer este alimento porque me hace daño, me siento culpable”

¿En qué piensas cuando escuchas la palabra dieta?

Enseguida lanzó otra pregunta: ¿En qué piensas cuando escuchas la palabra dieta? Y de acuerdo a estudios realizados, las respuestas fueron las siguientes: Restricción, baja de peso, compromiso, dejadez, rebote, comida, prohibición de alimentos, hambre, que no tengo que comer tortitas, tamales, pepitas, taquitos, etcétera. Comer solo alimentos buenos, imposición.

Ensaladas de frutas. Foto: Cortesía / Pixabay

Tras las palabras con que algunos relacionan la dieta, precisó que la definición del concepto es: Conjunto de sustancias alimenticias que componen el comportamiento nutricional de los seres vivos. El concepto proviene del griego díaita, que significa “modo de vida”. “La dieta, por lo tanto, resulta un hábito y constituye una forma de vivir".

Pero esta parte de su exposición no concluyó con la definición. “Al hacer una dieta contemplamos estos alimentos buenos o cómo sí hacerlos, es decir, dieta igual a sufrimiento restricción”, expresó la experta.

¿Por qué somos capaces de llevar una dieta?

Prosiguió con su plática, ahora sobre el aspecto de cómo se percibe comer correctamente: “Nos han hecho creer que hay una forma perfecta de comer: solo existe una forma de hacerlo bien y es quítale esto, súmale esto, bájale el otro, no sé qué”

Una hamburguesa es considerada alimento chatarra, sin embargo es parte de clasificar la comida en buena y mala. Foto: Cortesía / Pixabay

Cada razonamiento de la especialista, es una revelación para quien cree que necesita de un intermediario para lograr comer bien, lo que no es así: “Siempre vamos a necesitar una guía externa: puede ser un nutriólogo (a), un médico, puede ser incluso hasta Tik Tok. También nos han hecho creer que no somos capaces de confiar en nuestras señales internas, es decir, hambre y saciedad, por lo tanto somos insaciables.

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“Siempre nos han dicho que hay alimentos bueno y malos ¿Cuáles son los buenos? Las verduras ¿Cuáles son los malos? El pan, el huevo, hamburguesas, azúcares, chocolates, e incluso hasta algunas frutas. Si comes sandía en la noche es malísimo porque te va a dar no sé qué”

¿Qué va provocar dividir la comida en buena y mala?

Dividir la comida en buena y mala tiene consecuencias, entre ellas una relación de culpa: “Se va crear una relación de castigo con la comida ¿Por qué? Si yo consumo un alimento que es malo, entonces voy a recibir un castigo. Se empieza a generar esta relación de culpa con la comida, 'en ese momento pude haber comido otra cosa, por eso estoy como estoy', y que son pensamientos muy recurrentes en este tipo de situaciones.

Intentando medir un emparedado, símbolo de tratar de controlar las calorías que consumimos. Foto: Cortesía / Pixabay

“Quizá conocemos a alguien que esté en esta situación y le sumamos que le decimos: 'cómo no quieres estar así si ve como comes', y se empieza a generar una relación de culpa y, realmente, la comida nos debería dar placer no culpa”.

¿Qué provoca la relación culpable con la comida?

Es a partir de esa relación culpable con la comida que surgen más consecuencias: “Empieza esta negociación con la comida, no voy a comer tortilla, pero sí medio bolillo o me voy a comer el medio bolillo, pero más tarde nada de cereales. Esta negociación entre nutriólogos los vemos como tips que ayudan a las personas: 'mira que padre me dijo que cambiara las porciones'”

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Continuó con su exposición, y añadió: “Pero volvemos, habrá gente que le genere absolutamente nada hacer esta negociación y habrá personas que les generará un problema. Entonces cuál es la línea, nosotros la ponemos. Por eso hay que tener mucho cuidado con el tipo de recomendaciones que se dan.

Persona obesa. Foto: Cortesía / Pixabay

“La forma de comer puede hacerla ver como el enemigo, es algo que me hace daño, ya no estoy disfrutando, es algo que me enferma.

¿Qué sucede cuando se provoca una relación de compensación con la comida?

Durante su charla, toca la relación de compensación con la comida: “Después creamos una relación de compensación con la comida, si yo por ejemplo, consumí una dona, entonces voy a necesitar dos horas de caminata o media hora en spinning para poder compensar que ya lo comí”.

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En esta parte, la nutrióloga precisó: “No es cierto, habrá una parte de la población que seguramente le funciona y diga yo me siento cómoda de esta manera, pero habrá otra que está instalada en conductas alimentarias de riesgo.

“Si yo divido la comida en buena y mala, basaré la comida en kilocalorías, proteínas, carbohidratos y grasas, lo que provoca que ya no estoy viendo los alimentos como lo que son”, mencionó Sonia Suárez