El consumo de azúcar refinada es dañino para la salud porque contiene componentes que nuestro cuerpo digiere, almacena y absorbe muy fácil, además tiene un potencial adictivo importante, explica en entrevista María de Lourdes Meza Jiménez, doctora en ciencias en alimentos y nutrióloga de profesión, catedrática en la UPAEP.
Por este motivo, si un sujeto por ejemplo consume dos o tres cucharadas de azúcar en el café, casi el 95% de esta se va a quedar en su cuerpo, va a pasar a su sangre, puede ingresar a sus células y seguir diferentes vías a nivel interno.
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Además, si se toma en exceso puede fomentar el aumento de peso corporal, por eso hay que poner mucha atención en el tipo de azúcar que se consume y la sugerencia, enfatiza la entrevistada, es retirar progresiva y paulatinamente el azúcar hasta eliminarlo de nuestras bebidas y alimentos en general.
Pero los diferentes tipos de azúcar provenientes de la caña se diferencian entre sí por el proceso de refinamiento al que son sometidos, pues para su obtención existen diferentes pasos y el último es el de la blanca o de mesa que normalmente se consume, en la que queda el grano completamente puro, sin ningún otro componente.
Por otra parte, está el azúcar mascabado, que viene de la misma línea de obtención que la refinada pero no llega a los últimos pasos del proceso, por lo que sí contiene ciertos componentes que pueden llegar a resultar benéficos para la salud e incluso tiene un dulzor mucho más acentuado que la blanca.
Por eso el mascabado tiene mejores efectos, por lo que representa una mejor opción para consumir, en comparación con la refinada, aunque en ambos casos, al formar parte de los azúcares simples, se debe moderar totalmente el consumo.
Y la razón por la que debemos bajar la cantidad de azúcar que consumimos es porque, de manera natural, todos los alimentos la contienen, pero nuestras papilas gustativas desde pequeños han sido entrenadas para percibir los sabores.
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Y desde niños se nos genera ese hábito de agregarle alguna sustancia que endulce al alimento, cuando realmente deberíamos darnos la oportunidad de probar su sabor natural; si hacemos esto, veremos que cada uno tiene cierto nivel tenue de dulzor.
La Panela o el Piloncillo
Este tipo de azúcar estaría en la misma sintonía que el mascabado, pero hay que tener cuidado, porque es mucho más dulce y tanto por la parte nutricional como en la cavidad oral, puede fomentar la presencia de caries u otros problemas dentales.
En general hay que limitar y monitorearlo el consumo de azúcar para evitar el exceso; incluso la recomendación, enfatiza la doctora Meza, es irlo reduciendo poco a poco.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla
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