Jonuteek, el santuario del manatí y aves migratorias ubicado en el municipio de Jonuta en Tabasco, anunció su apertura al público ante la llegada de la temporada 2023 del avistamiento de los mamíferos. A través de sus redes sociales, Juan Carlos Peralta, quien es fundador y coordinador de Jonuteek, informó que será a partir de este sábado 11 de marzo de 2023 cuando se dé la apertura de la temporada, aclarando que iniciará con sólo dos puntos de avistamiento.
Detalló que por cuestiones de organización, se dará prioridad a las personas que hagan reservaciones a fin de brindar una mejor atención, mismas que pueden realizarse a través de redes sociales, o vía WhatsApp, al número 322 148 2112.
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¿Qué es Jonuteek?
Ubicado en los poblados Los Pájaros y Buchecos, pertenecientes al municipio de Jonuta, el santuario del manatí y aves migratorias Jonuteek es un proyecto comunitario cuyo objetivo es proteger y conservar a esta especie de mamíferos sirénidos que se encuentra en peligro de extinción.
En este lugar, que se ha convertido en un referente turístico a nivel nacional e internacional e impulsa el desarrollo comunitario y el cuidado del medio ambiente, es posible convivir con estos bellos ejemplares, además de contar con actividades recreativas como paseos a caballo, senderismo, avistamiento de aves y un área para disfrutar de la gastronomía tabasqueña.
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Además de apreciar a los manatíes, los visitantes de la reserva pueden darles de comer, e incluso en ocasiones, se les permite interactuar con ellos. El proyecto nació en 2019, luego de que el año previo se registrara la muerte de 48 ejemplares en Macuspana, Centla, Jonuta, Centro, Paraíso y Balancán, a causa de la contaminación del ambiente y condiciones climáticas adversas.
Al respecto, Juan Carlos Peralta señala que “es un proyecto de desarrollo comunitario que busca la preservación del manatí, y se realiza de marzo a junio, que es la temporada de sequía en el estado”. Durante ese periodo, dijo, es cuando los manatíes se quedan sin alimentos debido a que el nivel del río desciende, por lo cual “la población empezó a alimentarlos con zacate y frutas de temporada, como el mango”.
El santuario de los manatíes no recibe financiamiento de ninguna persona o dependencia; es autosustentable, ya que la conservación se realiza entre los habitantes, sea que reciban o no visitantes, aseguró.
