Ser maestro va más allá de explicar un tema en el aula de clase. Implica familiarizarse con los alumnos y tener la capacidad de identificarse con las necesidades que cada uno tiene.
Un maestro influye en las vidas de los estudiantes de manera significativa, lo que también es un compromiso con el desarrollo integral de los estudiantes, y hoy por ser Día del Maestro se reconoce el esfuerzo y dedicación de todos los que se dedican a esta gran profesión.
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Hugo Angulo Fuentes, profesor investigador en la División Académica de Educación y Artes (DAEA), por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), comparte para esta casa editorial su experiencia en la práctica docente.
Él inicia dando clases de nota informativa en la materia de periodismo en 1991. Fue profesor de tiempo completo en el Tecnológico de Monterrey, en los niveles de Bachillerato, Licenciatura y Posgrado. En 2003 es reconocido como el mejor profesor en el nivel Licenciatura dentro de la Universidad de Guadalajara.
Angulo Fuentes, cuenta con más de 30 años de experiencia docente, en donde ha podido conocer y explorar muchas generaciones de profesionistas.
El Heraldo de Tabasco: ¿Cómo decidió que se quería dedicar a la enseñanza?
Hugo Angulo: La claridad de trabajar para la gente, el contacto con la gente para dejar algo, poder influir en algo sobre la gente, buscar cambios en las personas, eso fue lo que me permitió decidir dedicarme a la enseñanza.
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El Heraldo de Tabasco: ¿Cuál ha sido su reto más grande como maestro?
Hugo Angulo: Poder atestiguar cambios, poder verificar desarrollo, aprendizaje, aprovechamiento, porque no siempre es tan evidente, lo podemos verificar a través de respuestas a preguntas, respuestas a exámenes, desempeño en trabajos pero no siempre es tan evidente ver el rendimiento, el aprovechamiento, entonces creo que esto es el reto mayor, el poderse dar cuenta y al darse cuenta, redoblar esfuerzos para fortalecer aún más el rezago las equivocaciones, la mala interpretación hacia ciertos temas y por eso es un reto que requiere de constante atención.
El Heraldo de Tabasco: Para usted, ¿cuál es la responsabilidad y habilidades que debe tener un buen maestro?
Hugo Angulo: La responsabilidad de escuchar, de atender, de cumplir, de mantenerse trabajando firmemente en lo establecido, en lo que marca el curso, y esto de tratar como ser humano, como lo que es a la gente, a los estudiantes en darles respeto, darles atención, en escucharlos, en conversar con ellos es parte de una responsabilidad al igual que cumplir el temario y cumplir el temario, con actividades con explicación, con ejercicios, con retroalimentación, con discusión grupal, con debate, es decir, no solo cubrir cada tema con la explicación del profesor, sino cada tema, también abordarlo de distintas maneras, a fin de que la información pueda aterrizar.
Las habilidades que debe tener un buen maestro son innumerables, parten de la base de ser una persona de calidad, antes de ser un buen profesor primero hay que tratar de ser una persona de calidad y cuando se es una persona de calidad, ya de entrada hay varias señales, indicios de liderazgo, de tal manera que las cualidades del ser, las cualidades de la persona con señales de liderazgo deben aflorar, deben funcionar, deben poder aplicarse en la práctica como buen profesor, y pues bueno, es un sentido humano grande, todas las habilidades y virtudes que están ligadas a ser persona, a ser un gran ser humano, a ser un tipo, tiene que ver con esas habilidades mínimas necesarias, las principales para poder operar como profesor.
Si te estás dando cuenta, estoy dejando, por último, lo clásico de lo que se habla, el saber, el conocer la materia, el tener cualidades pedagógicas o teorías didácticas muy claras para poder implementar como técnica. En la medida en que uno sea buena persona, un buen ser humano, el esmero, por añadidura, que se da por querer ser buena persona ante un trabajo grupal frente a un grupo, pues de la mano o por añadidura, se da esta posibilidad de ir desarrollando técnicas didácticas y pedagógicas, pero es algo ya secundario, algunos dirían que es lo principal, ¿no? No, yo diría que primero se trata de ser una persona en el amplio sentido de la palabra.
El Heraldo de Tabasco: ¿Cuál es su objetivo como educador?
Hugo Angulo: Provocar cambios, provocar felicidad, sentido de vida en los estudiantes, ayudarlos a que tengan claridad de hacia dónde van, lo que pueden hacer, que desarrollen una identidad propia como estudiantes y en esa identidad saber quiénes son, de qué están hechos y cuáles son sus alcances. En la medida en que yo pueda provocar eso como educador, muy independiente del objetivo de la materia o de las competencias o habilidades que debe desarrollar el estudiante, creo que lo demás viene por añadidura.
El Heraldo de Tabasco: ¿Cómo descubre talentos ocultos en sus alumnos?
Hugo Angulo: Bueno, primero los tengo que conocer platicando con ellos, la conversación es modular, pero para poder conversar, pues hay que acercarse, hay que preguntar, hay que ser ligero al entablar una conversación y cuando eso ocurre, va compartiéndote información de lo que es, de lo que aspira, de lo que siente, de lo que piensa, de lo que le gusta.
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Entonces, poner mucha atención al contenido de esas pláticas iniciales informales, aunque también pueden ser premeditadas muy formales, de tal manera que puedas atestiguar esos resultados y ya en la marcha, durante el curso, durante el desempeño durante las actividades, verificar que eso se esté cumpliendo, que esos talentos estén cumpliendo, y darse cuenta de que sí, ciertamente aparecen otros talentos no mencionados, no dichos, no expresados por el propio alumno, pero que al momento de observar el desempeño de las actividades o en la participación oral el profesor, en este caso yo me puedo ir dando cuenta de esos talentos ocultos. Pero sin duda es en la práctica donde más aflora la posibilidad de identificar talentos ocultos, es en la actividad de los alumnos en su participación, en todo esfuerzo que ellos realizan.
El Heraldo de Tabasco: ¿Qué significa para Hugo Angulo ser maestro?
Hugo Angulo: Ayudar a ser feliz a las personas a partir del conocimiento, a partir del descubrimiento y yo mismo también ser paralelamente, junto con ellos, feliz en los procesos. Son espacios compartidos, tiempo compartido en el aula y en los procesos de enseñanza que no necesariamente se realizan dentro del salón de clases, porque pueden ser abajo del árbol y demás lo importante es que en esta atmósfera que se crea para la enseñanza, todos disfrutemos, todos aprendamos y que todos tengamos una expectativa grande de que sea un día distinto por lo nuevo que se puede aprender y porque eso que se ha aprendido constituya un sentido importante significativo para la vida, para trascender.
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Lo ideal es que, de todo día, al hacer una reflexión de lo lograrlo, sepamos eso que hemos logrado ese aprendizaje o ese entendimiento que hemos logrado que alcancemos a visualizar de todos los alcances que se pueden conseguir, a partir de esa motivación y ese aprendizaje, ¿cuántas cosas podemos lograr?, ¿cuántas cosas podemos resolver?, ¿en cuántas cosas podemos contribuir? Esa conciencia es lo que considero que para mí significa ser maestro, ser consciente de todos esos elementos tan humanos y tan llenos de servicio y sentido humano.