Los suplementos o complementos alimenticios son preparados de nutrientes de venta libre. Su presentación puede variar en formato de cápsulas, polvo, alimentos o bebidas. La comunidad científica los considera, en su mayoría, un método secundario para cubrir carencias de vitaminas y minerales en el cuerpo. ¿Cuándo y cómo consumirlos?
¿Por qué consumir suplementos alimenticios?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una dieta saludable es aquella que aporta al cuerpo humano, de manera equilibrada, todos los nutrientes necesarios para poder funcionar, eso incluye proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales.
Las personas obtienen la mayor parte de los nutrientes requeridos por su organismo a partir de una alimentación balanceada. Sin embargo, de acuerdo a reportes de la OMS, existe una tendencia a la baja en el consumo de frutas y verduras, las principales fuentes de vitaminas y minerales para el cuerpo.
La Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos del 2012 señaló una carencia de micronutrientes en la población del país.
Por ejemplo, el 56 % de los habitantes consumen menos magnesio del indicado, mientras que el 79% de las mujeres mayores de 71 años presentan bajos niveles de vitamina B6 y, quizás el resultado más notable, el 93% de la población no obtiene un suministro adecuado de vitamina E.
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La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), al igual que el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y Mayo Clinic, establecen que los suplementos alimenticios ayudan a cubrir carencias puntuales de nutrientes, pero, bajo ninguna circunstancia, deben considerarse como un sustituto de una correcta alimentación.
¿Cuándo y cómo consumir suplementos alimenticios?
De acuerdo al Dr. Kris Verburgh, en su libro “”La pirámide de la Salud” inspirado en la “Pirámide de la alimentación saludable” de la Universidad de Harvard, los suplementos o complementos alimenticios que se recomienda consumir, son los siguientes:
- Magnesio - 300 o 600 mg al día
- Yodo - 200 microgramos al día
- Selenio - 100 microgramos al día
- Vitamina D - 40 microgramos al día
- Vitaminas del grupo B: vitaminas B1, B2, B3, B5, B9 y B12
Es importante recordar que, antes de iniciar el consumo de cualquier producto, es recomendable consultar la opinión de un experto en la materia.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) señalan que el magnesio beneficia la formación de masa ósea, además de regular los niveles de azúcar en la sangre. Por su parte, el yodo produce hormonas tiroideas, las encargadas de controlar el metabolismo del cuerpo.
El selenio actúa como una barrera contra infecciones, mientras que la vitamina D permite la comunicación entre los nervios del cuerpo y previene la osteoporosis. Por último, las vitaminas del grupo B son ingredientes indispensables para la formación, desarrollo y desenvolvimiento de las células del organismo, ya que convierten los alimentos en energía.
La vitamina B5, por ejemplo, es crucial para descomponer la grasa del cuerpo humano. La vitamina B12 es un aliado en la prevención de la anemia megaloblástica, una alteración sanguínea que provoca niveles elevados de cansancio.
El uso de suplementos o complementos alimenticios es responsabilidad de cada persona, pero no olvides que lo fundamental para mantener un buen estado de salud es comer de manera adecuada.
La OMS recomienda un consumo diario de 400 gramos de frutas y verduras para adquirir macro y micronutrientes, ¿cuántas frutas y verduras has comido durante la semana? La doble ración de piña, cebolla y cilantro a tus tacos de trompo no cuenta.