El otoño es una estación especial para el jardín, donde la llegada de temperaturas más suaves permite que diversas plantas de floración tardía llenen los espacios de color y fragancia. A continuación, se presentan nueve opciones que pueden transformar tu jardín en un espléndido espectáculo otoñal.
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Las dalias son ideales para aportar belleza y color al jardín en otoño. Con numerosas variedades, requieren un lugar soleado y un sustrato rico en nutrientes y bien drenado para prosperar. Es esencial evitar el encharcamiento para que crezcan de manera óptima.
Los asters son plantas herbáceas que florecen abundantemente en otoño e invierno. Sus flores, en tonos de morado, rosa y violeta, son perfectas para macizos o borduras. Necesitan un emplazamiento luminoso y suelos sueltos y bien drenados.
El helenio se convierte en un protagonista del jardín durante el otoño, gracias a sus flores en colores cálidos como amarillo, naranja y rojo. Prefiere estar a pleno sol en suelos ricos y con un riego regular que evite la deshidratación.
Las salvias ofrecen un toque silvestre al jardín con sus flores en espigas y colores variados. Resisten temperaturas extremas y requieren pleno sol y riegos espaciados. Especies recomendadas incluyen la Salvia nemorosa y la Salvia microphylla.
Los crisantemos son plantas de fácil cultivo que aportan abundancia de flores en diversos colores. Pueden ser cultivados tanto en el suelo como en macetas, preferiblemente en lugares soleados o con algo de sombra. Para el invierno, se recomienda proteger las raíces en el suelo o trasladar las macetas a un lugar iluminado.
Incorporar estas plantas en tu jardín durante el otoño no solo embellecerá el espacio, sino que también te permitirá disfrutar de un entorno vibrante y colorido en esta estación.
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Cada una de estas especies aporta características únicas y requiere cuidados específicos, pero todas comparten la capacidad de florecer y alegrar el jardín en los meses más frescos.