La Secretaría de Turismo llevó a cabo acciones de rescate de espacios públicos en el Pueblo Mágico de Frontera, Tabasco, destacando el mejoramiento del inmueble de la Ex Aduana Marítima de Frontera, considerada como una de las primeras del país.
Esto con la finalidad de consolidar destinos turísticos social y ambientalmente responsables.
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A través de la Jornada Turismo Verde para Todos se llevaron a cabo acciones coordinadas y participativas para el rescate y conversión de predios, edificios y espacios públicos a través del mejoramiento de imagen urbana y del paisaje, además de concientización sobre temas ambientales.
De este modo se realizaron acciones de recolección de basura y limpieza del edificio de la Antigua Aduana de esta ciudad, emblemático sitio histórico considerado una de las primera Aduanas Marítimas de México, construida con block de conchuela en el año de 1872, y hoy es un museo y un espacio ideal destinado para el arte.
Además, se hizo entrega de los nombramientos de los "Guardias Verdes" de esta localidad que son los encargados de dar seguimiento a estas acciones de concientización ambiental del lugar, y que estarán en continua capacitación por parte de la Secretaría de Turismo Tabasco.
La Ex Aduana Marítima de Frontera está localizada a un costado del Río Grijalva en el puerto de Frontera, actual estado de Tabasco.
El inmueble tiene una planta de forma rectangular y sus dimensiones son de 43 metros de este a oeste por 30 metros de norte a sur.
De acuerdo al Sitio de Tabasco Soy, la primera aduana marítima establecida en Tabasco, se encontraba en Villahermosa. Por decreto del 15 de septiembre de 1871, firmado por el presidente Juárez, se ordenó el traslado de la aduana marítima de Tabasco, de San Juan Bautista al puerto de Frontera, lo que se llevó a cabo el 29 de noviembre.
El administrador José Víctor Jiménez Falcón, quien renunció en marzo de 1872, quedando a cargo Carlos O’Sheridan.
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su administración se construyó el edificio que la albergó durante muchos años, desde 1878, fecha en que se inauguró, hasta el momento en que dejó de funcionar por trasladarse nuevamente a la capital del estado a mediados del siglo XX.
El edificio aún existe, es el más antiguo de carácter civil construido en todo el estado, se inauguró 16 años antes que el palacio de gobierno y penosamente se encuentra en ruinas.
Las únicas reparaciones importantes que se le hicieron al edificio de la aduana de que tenemos noticias, fueron las realizadas en 1884-1885, y las de 1950.
En 1875, un diario extranjero publicó lo que reprodujeron “El Monitor Republicano” y la “Revista Universal”, de la capital del país, sobre lo exportado por Tabasco, a través del puerto de Frontera durante este año, que fue lo siguiente: doscientas mil cargas de cacao, con un valor de $35,000.00; veinticinco mil toneladas de cedro y caoba, con un valor de $500,000.00; diez mil cueros de res, con un valor de $21,000.00; ochocientas arrobas de azúcar, con un valor de $100,000.00; ciento cincuenta pieles de venado, con valor de $4,500.00 y cien mil quintales de palo de tinto, con un valor de $75,000.00; ascendiendo el valor de todo lo exportado por Tabasco, a $1’035,500.00. Durante el año de 1883, la aduana marítima de Frontera recaudó, como impuestos a productos de exportación, la suma de $179,692.77, ocupando el sexto lugar en importancia nacional, después de Veracruz, Mazatlán, Progreso, Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez) y Tampico.
En la “Reseña Geográfica y Estadística del Estado de Tabasco”, escrita por el sabio naturalista José N. Rovirosa por acuerdo del gobernador Dr. Simón Sarlat Nova, se informa que las importaciones por el puerto en el periodo comprendido del 1º de julio de 1885 al 30 de junio de 1886, tuvieron un valor de factura por $307,827.89, con un valor en plaza de $740,457.06, y cubrieron por concepto de derechos, la suma de $239,352.45. La aduana marítima obtuvo ingresos, del 1° de julio de 1889 al 30 de junio de 1890, por la cantidad de $312,684.46, según informes del periódico oficial del estado número 378, tomo VII, de fecha 27 de agosto de 1890.
Durante el mes de julio de 1890, la aduana tuvo entradas por la suma de $24,278.48, mientras en ese mismo mes, lo enterado en la aduana de Coatzacoalcos ascendió a $2,630.90. En el mes de noviembre de 1891, la aduana marítima del puerto recaudó $26,491.74, mientras que la de Coatzacoalcos sólo recaudó $1,280.61.
En diciembre lo recaudado en Frontera alcanzó la suma de $38,861.36 y en Coatzacoalcos $2,605.20. Durante el segundo semestre de este año, la aduana de Frontera recaudó un total de $183,313.25.
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Durante la rebelión Delahuertista, el histórico edificio fue considerado palacio nacional, como lo han escrito varios historiadores tanto nacionales como estatales, ya que allí despachó durante más de un mes en 1924, el gobierno en rebeldía encabezado por don Adolfo de la Huerta y su gabinete en pleno.
En el gobierno del Lic. Enrique González Pedrero se intentó reparar el histórico lugar, pero la federación adujo que era de su propiedad y sólo se techó la parte que fueron las bodegas, lamentablemente cambiaron la madera de chicozapote que tenía y colocaron una de pino que el comején acabó, desplomándose el techo de teja francesa con que se le había dotado.
En años recientes el INAH intervino e inició un proceso para su rescate y restauración.