La Estrella de Belén es un personaje mudo, pero de suma importancia en la Navidad, pues este aparece para iluminar los protagonistas del nacimiento de Jesús, la Virgen María, José y hasta los tres reyes magos que ofrecen sus presentes. Te contamos la historia sobre este mudo y peculiar personaje navideño.
La Estrella de Belén es un personaje mudo en la historia de la Navidad. Este aparece para guiar a los protagonistas de la historia en la oscura noche. Su papel es importante, pues sin él iluminando el camino, los rostros se habían mantenido ocultos y sombríos, sin embargo, todavía ignoramos su origen, ¿de dónde llegó?
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¿Cuál es el origen de la Estrella de Belén?
Comencemos por explicar que la iglesia, en lugar de reprimir las fiestas paganas, decidió absorberlas y reconvertirlas. A partir del año 380, la Navidad comenzó a celebrarse en esas mismas fechas, aunque los datos del Evangelio de San Mateo parecen indicar que el nacimiento de Jesús bien pudo ser entre los meses de marzo y abril. Además, es el mismo San Mateo quien ofrece las primeras referencias a la Estrella de Belén.
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea, en día del Rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el Oriente y venimos a adorarle”.
Pero, ¿qué dice la ciencia?
Se ha apuntado a teorías que señalan al cometa Halley, pero se ha podido comprobar que este cometa hizo su aparición allá por el año 12 a. C., y, además, existe la certeza que pese a ser un objeto brillante, no hubiera superado al resto de las estrellas. Aun así, esto no descarta algún otro cometa.
El astrónomo alemán Johannes Kepler observó en 1604 una supernova que le asombró y sugirió que podría ser similar a la que se vio cuando el nacimiento de Jesús. Pero, una supernova o explosión de una estrella en los cielos, se configura como una estrella muy masiva que aumenta bruscamente su luminosidad, aunque, debido a la naturaleza misma de este fenómeno y su progresiva desaparición gaseosa en el firmamento parece descartarse definitivamente.
Hay que tener en cuenta que estos objetos astronómicos han sido observados con cierta exhaustividad desde tiempos inmemoriales y el retorno de ambos para ofrecer una conjunción desde sus respectivas órbitas mantiene una periodicidad calculada.
A pesar de todas las hipótesis elaboradas por historiadores, astrólogos y astrónomos a partir del conocimiento de la existencia de un cuerpo celeste luminoso que guio a los Reyes Magos en su recorrido hasta el pesebre, donde nació Jesús, nadie puede afirmar que fue un mito, un objeto estelar o, quizás, un fenómeno sobrenatural.
Publicado originalmente en El Sol de La Laguna