La violencia de género es un mal que afecta en todos los círculos donde hay la presencia de mujeres y hombres; la lucha por la igualdad es un campo de batalla que tiene acción a diario en la familia, en la vía pública, en los espacios educativos y también en el ámbito laboral.
Las jerarquías, como que el jefe, hombre, incurra en prácticas normalizadas que sí son violencia de género; así como el celo profesional por parte de compañeros, puede provocar esta práctica -violenta- en el día a día.
Un tipo de violencia del que muchos se dan cuenta pero pocos hablan, tiene un nuevo nombre: bropiating, que es cuando una mujer tiene una idea y el hombre se la apropia o se lleva el crédito.
Si bien es cierto, las mujeres han logrado ganar terreno en el ámbito profesional o laboral, con su capacidad, preparación y experiencia; sin embargo, los micromachismos muchas veces no les permiten avanzar.
Como mujer, ¿te ha pasado que expones una idea, desarrollas un proyecto, propones una iniciativa, haces un comentario o planteamiento y es tu compañero o jefe quien termina “llevándolo a cabo”, o haciendo como que lo aterriza?
De ninguna mujer es desconocido que sus ideas terminen en boca, acciones y compensación de un compañero que “revuelca” su propuesta y termina llevándose el mérito, sin razón aparente.
¿Qué son los micromachismos?
La Universidad de Los Lagos, en Chile, define micromachismos como “actitudes de dominación ‘suave’ o ‘pequeñas tiranías’, que son formas de abusos e imposición en la vida cotidiana”.
Advierte que estas actitudes también pueden ser reproducidas por mujeres que han normalizado las conductas patriarcales en los contextos laborales.
¿Qué es y cómo combatir el bropiating?
La palabra bropiating viene del inglés y su traducción puede ser “apropiación machista de ideas”; se propicia por invisibilizar a la mujer o no tomarla en cuenta al hacer una argumentación para determinado proyecto sin resultados a favor; y con reacción positiva para el hombre que la retoma.
Para combatir y erradicar este tipo de conductas violentas, lo principal es identificarlas y hacerlas conscientes, presentes; hacerles frente y, de ser posible, evidenciar o desenmascarar a quienes se apropian de sus ideas.
Es importante que las mujeres, en cualquier ámbito que se desarrollen, conozcan los tipos de violencia que existen, no solo hay física, verbal, psicológica y económica.
Apoyarse entre mujeres, una vez que se identifica el problema, es fundamental; solo de esta manera se construye el camino de la desigualdad entre hombres y mujeres, y el respeto al desarrollo personal, profesional o estudiantil, en la lucha para desaparecer las barreras que a los hombres les dan ventaja por ser hombres y a las mujeres las minimizan por el simple hecho de ser mujeres.
También es importante que el apoyo para detectar y combatir cualquier tipo de violencia esté presente, a fin de erradicar cualquier práctica sexista.
Publicado originalmente en El Sol de Hermosillo