Seguro has notado que, aunque el clima parezca soleado durante la mañana, por la tarde se empieza a poner gris y se desata una lluvia que puede ir de ligera a provocar que no puedas avanzar en tu camino.
Esto esta más relacionado con el ciclo del agua más que con la mala suerte, pues con ayuda del sol de la mañana, el agua de grandes cuerpos como lagos, lagunas y presas se evapora y sube a la atmósfera.
El ciclo del agua
Es bien sabido que para que la lluvia pueda suceder, existe todo un proceso y este termina y empieza cada día, se trata de la evaporación del agua del suelo por los rayos del sol, este líquido se condensa y forma nubes, que al enfriarse con la temperatura del ambiente, hace que caiga la lluvia.
Es común que, durante la temporada de lluvias, estas se localicen entre un lapso de horas determinadas, como si contaran con un reloj, estas nubes que provocan chubascos durante la tarde son conocidas como nubes de evolución diurna.
No es mala suerte, es ciencia
Un meteorólogo de Meteored, José Miguel Viñas, comparte que con climas más calurosos como los propios de la primavera y el verano se favorecen las corrientes de aire caliente sobre el suelo que posteriormente suben.
Añade que en caso de que exista una inestabilidad atmosférica y el aire caliente choque en el frío mientras se eleva al cielo, haciéndose más grande y toma una forma en posición vertical; si el choque sigue durante el camino en ascenso, las nubes se pueden romper, lo que provoca la caída de agua en forma de lluvia.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) también recientemente dio una explicación sobre este evento meteorológico, donde explica “¿Es igual de probable que llueva por la mañana que por la tarde? En general, en este tipo de situaciones, crecen nubes de evolución diurna y la mayor probabilidad de chubascos se concentran por la tarde”.
En diversos mapas que usaron como referencia se observa como a medida que avanza el día la mancha verde y anaranjada que marca la mayor probabilidad de lluvias. Por lo que se explica que todo depende del ciclo del agua, pues interfiere el frio y el calor para que sean más probables las lluvias durante la tarde.