Los trastornos asociados con la ansiedad se han convertido en un problema de salud pública, aún más tras la pandemia de Covid-19. Y tristemente, los más pequeños del hogar pueden estar expuestos a sufrirlos.
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La ansiedad es un proceso natural de nuestro organismo, un mecanismo de supervivencia ante posibles amenazas o peligros. Normalmente, la ansiedad nos motiva para la acción y hace que tomemos decisiones para salir de una situación incómoda o que podría resultar dañina a largo plazo. Como adultos, enfrentamos muchas situaciones de ansiedad con las que tenemos que lidiar todos los días. Pero, qué pasa con los niños y las niñas.
Por desgracia, la ansiedad no sólo puede ser causada por amenazas reales, sino también por amenazas imaginadas. Ante esto, los menores pueden ser más vulnerables que los adultos por el simple hecho de que tienen menos experiencia y les cuesta más reconocer entre un peligro real y uno que proviene de la mera especulación.
Si creemos que un menor a nuestro cargo sufre de ansiedad, primero que nada debemos de saber que la ansiedad en sí no es un problema, sino que es un reflejo natural de nuestro sistema nervioso. En segundo lugar, si notamos que el estrés en los menores les está causando problemas en su desempeño escolar, o en sus relaciones con los demás, o bien notamos cambios en su comportamiento (como pérdida del sueño o mal humor), será necesario que consultemos con un especialista en salud mental, como un psicólogo infantil.
En caso de que los problemas de estrés sean serios, probablemente se trate de un trastorno de ansiedad, pero no es conveniente que lleguemos a una conclusión así sin la opinión de un profesional de la salud.
En el estado de Chihuahua se puede recurrir al DIF estatal que ofrece el servicio de valoración psicológica de manera gratuita. O bien acudir a su servicio médico correspondiente.
Las causas de la ansiedad en niños
Las causas de que la ansiedad se convierta en un problema para nuestros niños y niñas, pueden ser externas o internas.
Las causas externas de la ansiedad son condiciones socioambientales, por ejemplo: Las relaciones con las personas que los rodean (en este caso podrían estar sufriendo algún tipo de violencia), exposición a noticias catastrofistas o mal uso de las redes sociales.
En cambio, las causas internas tienen que ver directamente con su salud, y es posible que tengan que ver con problemas médicos que pudieran estar afectando su sistema nervioso. Esto los hace más vulnerables a las causas externas de la ansiedad.
Como, a veces, las causas de un problema de ansiedad no son fáciles de identificar, no es conveniente que saquemos conclusiones y “diagnostiquemos” a los menores basados en búsquedas de internet o comentarios de personas que no sean especialistas en salud mental.
Finalmente, una manera en que podemos prevenir cualquier afectación en la salud física y mental de niños y niñas, es promoviendo en ellos una vida activa, una nutrición adecuada y cuidados afectivos que promuevan su autoestima, seguridad y el desarrollo de relaciones saludables.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua