En la cosmogonía Chontal existen seres místicos que intentan explicar nuestra historia desde una visión fantástica, donde la magia y las creencias populares se hacen presente, dando como resultado un sinfín de leyendas que hacen parte de nuestra cultura.

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Nuestros ancestros contaban historias a sus hijos, muchos de ellos nuestros abuelos y tatarabuelos, quienes se llevaron a la tumba el terror o quizá la ilusión de conocer a algunos de estos míticos seres. Hoy te traemos tres seres de la cultura tabasqueña.

Ix Bolon

Esta diosa es vinculada con el mar, los ríos y las lagunas y es descrita como una mujer profundamente hermosa, su cabello está compuesto por todas las flores de Tabasco y está vestida con granos de maíz.

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Está asociada con la luna y se dice, tiene poderes de fertilidad. Se cree que esta mujer habitó entre los chontales, cuando le fue arrebatado un peine de oro, envejeciendo y huyendo al mar, donde todavía se le puede ver hoy.

También denominada María Bolon desapareció sumergiéndose en la laguna. Según dicen, cuando al caminar por la playa descubren conchas muy bellas, ollas, riquezas o perlas varadas en la orilla, es en realidad Ix Bolon quien las dejó ahí.

Dzulum

Se trata de un monstruo aterrador que fue la peor pesadilla para los mayas, ya que se llevaba a sus doncellas, seduciéndolas con su atractivo pelaje.

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Ante las mujeres se mostraba como una figura profundamente hermosa e hipnotizante, convirtiéndose en un ser horrible para los demás.

Comúnmente es descrito con jaguar gigante de pelo hermoso y brillante el cual refleja hermosos colores ante la luna.

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Este ser teriomorfo tenía una mirada enigmática y comúnmente se aparecía como un lobo mitad humano muy grande con dientes y garras afiladas.

Yumpa

Es la contraparte masculina de Ix Bolon, se considera el dueño de la laguna, es representado como una versión zoomorfa de un cocodrilo de gigantes proporciones, muy similar a los cocodrilos de ríos y pantanos.

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Los chontales creían que los reptiles que habitan en Tabasco son hijos de Yumpa, pues su nombre significa “padre de los lagartos”.

Se cree que en Tamulté de las Sabanas, quedó encantado un lagarto de oro, bajo la iglesia, cuando todavía era una enorme laguna, convirtiéndose en dueño del lugar, por lo que la rápida reproducción de los cocodrilos en esa zona es vinculada a la deidad.

Yumpa es el encargado de cuidar a sus hijos, y aunque es representado como un cocodrilo, también suele asumir la forma de santos católicos, principalmente de aquellos considerados como “santos del agua”.