Al igual que los humanos, existen numerosas ocasiones en las cuales los animales pueden experimentar miedo. A raíz de lo que sienten en una situación de pánico, su ritmo cardíaco puede aumentar considerablemente, derivando en un problema de salud si la mascota sufre del corazón.
En la mayoría de las ocasiones se trata de situaciones estresantes relacionadas con el ruido. Cabe destacar que el perro tiene el sentido del oído muy desarrollado, capaz de escuchar sonidos inaudibles para los humanos, es por ello que cualquier sonido estridente puede provocar alarma en el perro y alterar sus funciones fisiológicas.
Ante situaciones de pánico, ansiedad y miedo, los niveles de estrés de esta mascota se disparan. Aumentan los niveles de hormonas cortisoles (respuesta del estrés) y la cantidad de adrenalina producidas por sus glándulas. Pero también se aumenta la intensidad y frecuencia de su respiración así como la aceleración de su ritmo cardíaco.
En perros adultos, de hasta 40 kg las pulsaciones por minuto varían de 100 a 160, mientras que aquellos perros de peso superior a 40kg sus latidos disminuyen de 60 a 100 latidos por minuto.
Cuando el perro aumenta su ritmo cardíaco puede producirse una taquicardia sinusal. Esta taquicardia surge cuando su ritmo es más rápido de lo normal. No puede afectar gravemente a la salud del perro, pero en corazones enfermos el aumento de este ritmo cardíaco puede dejar de compensar la disminución del volumen, disminuyendo el gasto cardíaco y el flujo sanguíneo coronario, aumentando así la demanda de oxígeno.
Es cierto que las dolencias cardíacas se pueden deber a diferentes motivos, como fiebre o infección, pero ante situaciones ambientales, podemos tratar de calmar al perro para evitar esa aceleración en el ritmo del corazón.
Es por ello que es importante alejar a los perros de situaciones de estrés y miedo, y si en algún caso no fuese posible prevenir esas situaciones que provocan esa ansiedad, hay que aplicar técnicas de relajación para el animal.
Es muy importante la comunicación, debemos tener en cuenta su lenguaje corporal, si el perro agacha las orejas, tiene la cola entre las patas o jadea de forma intranquila. Es en ese momento en el que podemos identificar lo que le pasa y poder actuar en consecuencia.
El sonido de la radio o la feromonas antiestrés pueden ser remedios para calmar a un perro intranquilo, pero siempre es conveniente llevarlo al especialista veterinario si se repiten estos síntomas ya que pueden provocarle problemas de salud.