Los perros, por regla general, tendrán que aumentar ciertos nutrientes durante el invierno, pues necesitan ese plus de energía para generar calor y sobrevivir a las bajas temperaturas. Es más, puede que observes un aumento de apetito en ellos, sobretodo si lo comparas con el que tienen en verano; las altas temperaturas suelen amodorrar a nuestros animales de compañía y quitarles el hambre voraz, mientras que las bajas temperaturas normalmente comportan más ganas de comer. Ahora bien, no hay que confundir calidad con cantidad.
A veces, lo más recomendable es añadir calorías a la comida que normalmente se le da a nuestro perro, o mezclarla con alimentos ricos en aceites como el de pescado, que le ayudará a tener un pelaje fuerte y denso para resguardarse del frío. Pero antes de ponernos a cambiar hábitos, debemos preguntarnos cuán activo es nuestro animal de compañía.
LA ACTIVIDAD FÍSICA QUE MANTIENE
Los perros activos, que salen a dar paseos varias veces al día o que pasan mucho tiempo en el exterior, puede que necesiten aumentar la cantidad de comida que ingieren, pero también deberemos asegurarnos de que esta sea de la mejor calidad para aportar esos nutrientes que le ayudarán a tener un organismo fuerte y a prueba de enfermedades. Eso sí, siempre tendremos que tener en cuenta la edad, el peso y el tamaño del perro. La cantidad de comida recomendada suele oscilar entre unos cuantos gramos, así que lo que podemos hacer es darle lo máximo que sea recomendable para nuestro tipo de perro, dentro de ese margen.
Si tu perro suele pasarse el día dentro de casa, puede que conserve su energía durmiendo. En este caso, hay que tener cuidado si decidimos aumentar la comida que le damos, pues si esta no se quema podemos terminar provocándole sobrepeso. Una buena práctica sería aumentar ligeramente la cantidad de comida a la vez que obligamos al perro a moverse, motivándolo con juegos y actividades que podamos hacer dentro de casa o en el jardín. Si hacemos que se desperecen y se muevan, les ayudaremos a generar más calor corporal.
CUANDO DUERME FUERA DE CASA
Tu perro no debería pasar la noche fuera de casa a menos que su caseta esté perfectamente preparada para protegerlo de las bajas temperaturas, y él esté bien acostumbrado a meterse dentro de ella y dormir en el mismo sitio durante horas. ¡Sobretodo en aquellos lugares en los que el invierno es muy frío! Las casetas que mejor aíslan de las bajas temperaturas son las de madera, pero para más seguridad pregunta siempre al experto de la tienda de animales. Ah, y hay que asegurarse de que tienen un colchón o esterilla para que su cuerpo no esté en contacto directo con el suelo, tanto si duermen en una caseta como si lo hacen dentro de casa con nosotros.
A menos que el veterinario te lo recomiende expresamente, no es necesario que demos a nuestros perros ningún suplemento alimenticio para pasar el invierno; bastaría con seguir las pautas comentadas anteriormente.