Todas las personas que tienen animales en casa saben, o deberían saber, que una parte esencial en el cuidado de tu mascota es proporcionarles una buena alimentación. Sin embargo, muchas veces se pasa por alto que es fundamental mantener limpio el plato donde le servimos la comida y el agua.
Si pasa mucho tiempo sin que estos se limpien, cuando lo hagas, notarás una capa mucosa que puede afectar al organismo del animal, pues no todos tienen una constitución lo suficientemente fuerte para hacerle frente.
Que tu mascota sea muy comilona y relama el plato hasta casi dejarlo sin color, no significa que este esté completamente limpio, ya que siempre quedarán pequeños restos que darán lugar a múltiples virus.
Y lo mismo sucede con el cuenco del agua. ¿Sabes la cantidad de bacterias que pueden habitar en él? Ni te lo imaginas…
Levadura, moho y multitud de parásitos pueden convivir en estos platos, pasando al cuerpo de tu mascota si no se tiene especial cuidado.
¿CÓMO LAVARLOS?
Su limpieza no requiere un gran esfuerzo, pero sí es aconsejable hacerlo prácticamente a diario.
En primer lugar, se puede utilizar un papel de cocina para retirar todos los restos de comida o grasa que queden en el plato.
Luego, podemos emplear una esponja y un poco de jabón para una limpieza más profunda. Eso sí, debemos recordar que las esponjas de cocina están a la cabeza en el ranking de posesión de gérmenes, con lo cual, se debe usar un estropajo específico para estos cuencos. Y como hacemos con los de la cocina, cambiarlo regularmente.
Por último, lavaremos los platos con abundante agua caliente para retirar todos los restos de jabón. Si quedasen residuos del producto podría resultar tóxico para nuestros animales y causarles un mal tan grave como el de los virus.
Así que ya sabes, si de verdad te preocupa el cuidado de tu mascota, toma nota de estos consejos para que se mantenga sana y feliz.