Inquietud y asombro, han generado unas imágenes difundidas a través de redes sociales, sobre el hallazgo de un pez remo sin cabeza, entre las aguas de Cozumel, Quintana Roo, al ser catalogada como un símbolo de mal agüero, ya que ha en ocasiones anteriores, sus avistamientos fueron previos a desastres naturales como terremotos y tsunamis.
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Las fotografías fueron difundidas por el pescado Pedro Sosa, quien mostró el ejemplar, el cual no tenía cabeza, presuntamente al sufrir un ataque de alguna especie depredadora en las profundidades del océano.
Las imágenes fueron viralizadas rápidamente, generando reacciones entre los usuarios, argumentando que podría tratarse de una de las sorpresas que este 2021 trae para los mexicanos. Sin embargo, hubo quienes señalaban que si no estaba completo el cuerpo, no era válido el presagio.
Cabe recordar que durante el año 2020, uno de estos ejemplares fue encontrado en las mismas aguas de Quintana Roo, el pasado 11 de marzo. Su hallazgo causó incertidumbre entre la población. Sin embargo, varios días después, el hecho causó más conmoción, ya que a 13 días de que fue encontrado, se registró un sismo de 7.4 grados en el territorio mexicano. El epicentro fue en un poblado del estado de Oaxaca, donde fueron registrados 7 muertos, 15 desaparecidos y más de 500 viviendas con daños.
¿De donde nace la leyenda?
El origen de esta popular reseña hacia el pez remo, o Regalecus Glesne, inició en Japón, donde debido a las creencias populares, la presencia de este ejemplar ha coincidido con terremotos y tsunamis que se han registrado en ese país.
El pez también es relacionado con la mitología japonesa de Namazu, ‘serpiente marina’, la cual de acuerdo a la creencia, vive habita en las profundidades de Japón, y que cada vez que se mueve produce terremotos, por lo que los peces remos, son una señal de que Namazu está por salir de su guarida.
Uno de los casos más recordados, fue el del terremoto de Fukushima en 2011, previo a un tsunami, y que antes de que estos fenómenos sucedieran, ciudadanos vieron a más de diez de estos ejemplares en las costas de Japón.
¿Qué dice la ciencia?
Especialistas en Biología señalan que la aparición de estas especies en la superficie, y la coincidencia con los sismos, debido a que cuando hay un terremoto, se genera presión en las rocas, lo que puede conducir cargas electrostáticas, las cuales generan iones con carga eléctrica, que son trasmitidas a través del agua.
Este efecto produce peróxido de hidrógeno, lo cual es un compuesto tóxico. Estos iones cargados también pueden oxidar materia orgánica que podría o bien matar a los peces u obligarlos a abandonar las profundidades del océano y subir a la superficie. Procesos geofísicos detrás de este tipo de avistamientos pueden ocurrir antes de un terremoto.