Durante el invierno es normal que se registren días lluviosos, además de que la temperatura suele bajar y dependiendo del lugar en el que se esté, el clima sea frío pero con cierto grado de humedad.

Aún así, es necesario adaptar las tareas domésticas a estas condiciones, una de ellas es lavar la ropa, la cual se dificulta significativamente, ya que la humedad provoca que tarde en secarse, además de que es muy probable que termine teniendo un olor desagradable.

Lee más: ¡Se armaron los golpes! Clienta ataca a estilista porque no le gustó el resultado de sus pestañas

¿Cómo evitar que mi ropa huela a humedad?

Lo primero que tienes que tomar en cuenta es que en estos casos lo más recomendable es tender la ropa dentro de casa, ya que es ahí donde las temperaturas se encuentran un poco más estables.

Sin embargo, también tiene ciertos inconvenientes, tales como que el espacio sea muy reducido y cerrado, lo que provocaría que la ropa mojada produzca más humedad.

Es por eso, que en este caso, lo que se recomienda es colgar la ropa en una habitación que sea amplia, esté ventilada y de preferencia tenga alguna fuente de calor, tal como un radiador.

Recibe a partir de ahora las noticias más importantes directo a tu WhatsApp

¿Qué hacer con las piezas más pesadas?

En este caso , si tienes que secar prendas tales como sudaderas o pantalones, lo que se recomienda es hacerlo sobre calentadores, esto ayudará a que se sequen mucho más rápido y no tomen humedad ni olores del ambiente.

Toma en cuenta que existen tendederos de radiador los cuales son una especie de estructuras que se enganchan a los calentadores, lo que permiten secar la ropa rápidamente sin tapar por completo el calentador.

Evitar que la ropa huela a humedad

Se recomienda que al momento de lavar la ropa, se utilice un programa corto con el objetivo de que el centrifugado sea más rápido y así tu ropa quede más escurrida. De igual forma se recomienda darle una o dos pasadas a la secadora, para que así, el tiempo de secado en el interior sea mínimo-

Procura que después de que haya finalizado el ciclo de lavado, la ropa no quede mucho tiempo dentro de la lavadora, ya que dejarla ahí por un periodo de varios minutos hace que se acumule la humedad en las prendas.