El concepto de brujería la RAE lo define como el conjunto de prácticas mágicas o supersticiosas que ejercen los brujos y las brujas, mientras que estas personas son aquellas que supuestamente tienen poderes mágicos en una cultura o sociedad.
Apegados al concepto, la imagen del hechicero la encontramos en un lugar tangible: El mercado Pino Suárez, a través de los negocios esotéricos; además de los relatos orales.
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Tabasqueños son religiosos, pero que creen en la brujería
Pese a que Tabasco es un estado donde la mayoría de las personas profesa alguna religión de acuerdo a datos del INEGI, también hay quienes creen en la brujería. Las cifras de la instancia encargada de cuantificar a la sociedad en el país, indican que en 2020, los católicos representaban el 62.2%; protestantes, cristianos y evangélicos, 27%; y 10.2% sin religión.
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Dentro de estos números están los que buscan alguna solución en cuestiones fuera de toda lógica. El Heraldo de Tabasco ha abordado el tema en más de una ocasión, como en la nota publicada el 4 de enero del presente año, en sus redes sociales, titulada: ‘Esoterismo y milagro: la opción de tabasqueños para la buena vibra’.
Esotéricos, una opción para los tabasqueños
De acuerdo a Julián Andrés Navarro Juárez, locatario de la Unión de Esotéricos del mercado José María Pino Suárez, los servicios de esta naturaleza aumentaron en un 70 por ciento el pasado mes de diciembre.
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"He estado un poco saturado, en esta ocasión sí me pegaron con tubo, puesto que me retiré hace 16 años y opté por dedicarme más a las plantas medicinales y la botánica", expresó.
Al dar más detalles del negocio están los trabajos para limpiar el aura del cuerpo, las preparaciones para conseguir la salud, el dinero y el amor. Otra buena temporada para este tipo de comercios es en diciembre.
Locales lo mismo venden preparaciones que imágenes religiosas
En otra nota, titulada: ‘Tabasqueños compran productos esotéricos para los rituales de fin de año’, publicada en 2022, un comerciante, conocido popularmente como “El Brujito”, señaló que en lo que iba del mes de diciembre la venta para estos locales había aumentado un 50 por ciento. “Ha habido un incremento en la cuestión de los rituales que utilizan para la prosperidad, para la abundancia, para recibir el año nuevo”.
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Es interesante que en este tipo de negocios se encuentren lo mismo preparaciones para cuestiones que entran en el terreno de la brujería como imágenes religiosas, que vendrían a ser una parte de la religión católica.
Una historia de brujería
Sin embargo, estas prácticas paranormales también las encontramos en los relatos orales, historias que su único puente con la realidad, es con quien asegura haber vivido una situación, y que en la sección Asústame se han dado a conocer a dos lectores.
Uno de los textos que abordó la brujería fue: ‘En Cunduacán, pagó sus males convirtiéndose en un ave monstruosa’, en cuyos párrafos se indicó lo siguiente:
Una mujer de aspecto desagradable vivió en Cunduacán a principios del siglo XX, ella se ganaba la vida haciendo el mal a otras personas. Su oficio, por llamarle de alguna manera, era la hechicería o artes oscuras, a más de una persona le había quitado la vida.
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La bruja, como le conocían en toda La Chontalpa, había amasado una gran fortuna, que consistía en todo tipo de joyas. Su riqueza estaba fincada en la desgracia de otros. Cuentan que políticos, hacendados, incluso hombres de religión y damas de la sociedad que buscaban vengarse de alguien, eran sus clientes.
Tras concluir uno de sus trabajos, que consistió en quitarle la vida a una mujer rica por encargo de su hijo para que se quedara con toda su fortuna, la nombrada como bruja se comenzó a sentir mal, y después de varios meses de agonía desapareció, no se supo de ella, en su casa encontraron un ave horripilante.
Este relato y los comercios esotéricos son parte de cómo el avecindado en estas tierras ve a la brujería, aunque no la nombre como tal.
Con información de José Pérez
