Una de las plantas más amadas por todo el mundo son los cactus, ya que son relativamente fáciles de cuidar, se adaptan a cualquier espacio y son visiblemente muy bonitos. Si tienes uno o más en casa, entonces estos 10 datos interesantes te harán cambiar la forma en la que los ves.
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1- Como mecanismo de defensa, los cactus poseen espinas finas y blancas que les permiten protegerse del sol y mantener su temperatura, además de ayudarlos a protegerse de los animales que buscan morder sus hojas para beber el agua de su interior.
2- Existen alrededor de 170 géneros de la familia de Cactaceas y más de 2,500 especies.
3- Los cactus tienen dentro de su árbol genealógico especies que existieron desde hace más de 30 millones de años, algunas especies provienen de América, otras de África, Madagascar, etc.
4- Al ser capaces de aguantar en climas con condiciones adversas, hay especies que pueden soportar hasta dos años sin agua, sobre todo en épocas de sequía, sin embargo, esto no quiere decir que la planta que tengas en casa aguante estas condiciones.
5-Los cactus necesitan tierra arenosa y con piedras, ya que necesitan un espacio que les permita drenar el agua, además al momento de transplantar espera al menos una semana para regar.
6- Los cactus pueden vivir más de 250 años, por supuesto esto depende de la especie y los cuidados que reciba, sin embargo los más longevos pueden llegar a vivir casi tres siglos.
7- Hay una leyenda urbana que dice que los cactus pueden absorber las ondas electromagnéticas de las computadoras, sin embargo hasta el momento la teoría no ha sido sustentada.
8-No solo son longevos y duraderos, también son pesados, ya que los más grandes pueden llegar a pesar hasta 12 kilos, sin contar con que en tan solo 48 horas son capaces de absorber más de 1,000 litros de agua.
9-Tienen raíces muy muy largas, las cuales se extienden en horizontal por varios cientos de metros para ayudarlas a mantenerse rectos.
10-El invierno es la temporada más pesada para ellos, por eso lo mejor es que cuando haya mucho frío los mantengas en un lugar donde les pueda dar el sol, aunque no cerca de una fuente de calor como la calefacción.