La metástasis en los huesos es una complicación de los cánceres avanzados. Supone una complicación grave en esta patología oncológica.
Consiste en el traslado de células neoplásicas desde un tumor en algún órgano a los huesos. Esta no debe confundirse con la presencia de un cáncer óseo primario ya que la enfermedad no inicia en el tejido óseo sino en otro órgano.
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Podemos decir que todos los huesos pueden ser receptores de una metástasis, aunque se registran con más frecuencia en la columna vertebral y en los huesos largos.
Esto tiene que ver con la forma en que la circulación sanguínea y linfática drena sus líquidos. Durante la metástasis en los huesos el tejido se vuelve débil debido a la acción de los osteoclastos o también pueden endurecerse por la acción excesiva de los mismos.
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Síntomas de la metástasis
Este padecimiento en los huesos tiene síntomas comunes y van más allá de un tumor primario que los origine. Entre los síntomas más característicos de este problema está el dolor. Puede ser un dolor persistente o no y en algunos pacientes aumenta con el movimiento.
Otro de los síntomas son las fracturas ya que se debilita el tejido óseo. Un hueso débil es más fácil de romperse y fracturarse con mínimos esfuerzos.
La herida que causa la metástasis en el tejido óseo produce liberación de calcio a la sangre. Al aumentar los niveles, se manifiestan síntomas derivados de ello, como la constipación, la falta de apetito y la poliuria.
Tratamiento de la metástasis en los huesos
Existen dos formas de tratar la metástasis en los huesos. Puede ser algo sistémico o algo más localizado. La elección que se haga depende del tipo de cáncer, el estado clínico del paciente y la disponibilidad de estos tratamientos en el lugar.
Entre las opciones sistémicas está la quimioterapia que es el empleo de medicamentos los cuales interrumpen el proceso de las células tumorales. Otra opción es la radioterapia a través de una radiación emitida por un equipo especial, se penetra el organismo para destruir células cancerosas.
La cantidad de sesiones y la dosis de la radioterapia varían de paciente a paciente. Suele ser bastante eficaz para controlar el dolor de las metástasis óseas.