En el Día de Muertos, el Día de la Candelaria, en el mes patrio y en cualquier tipo de festividad los tamales no hacen falta, sin embargo quizá no sabías que este platillo tan representativo en la gastronomía mexicana tiene más de 500 variedades.
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Y es que este alimento preparado a base de maíz, tiene una gran cantidad de formas, colores, sabores, olores y rellenos, siendo un platillo capaz de deleitar los cinco sentidos de todos los mexicanos.
La forma en la que se envuelven también es seña característica de ellos, ya que aunque en la mayoría de los estados se envuelven con hojas de plátano, hay lugares en los que los envuelven con hojas de mazorca, plantas de carrizo, chilaca, papatla o incluso con papel aluminio.
En Tabasco podemos encontrar los tamales de chipilin, de maíz nuevo, de caminito, tamal de elote, entre otros, mientras que en el resto de la república están los tamales verdes, rellenos con salsa de tomate, de carne de puerco, con mole poblano, de rajas de chile poblano, jalapeños con queso e incluso de sabores dulces.
Este alimento prehispánico es uno de los más solicitados en el país, convirtiéndose en un básico en la alimentación de las familias mexicanas.
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Por ejemplo, en Morelos se suelen hacer tamales de ceniza, los de semilla de huazontle para Semana Santa y los de anís para ofrendas de Día de Muertos. Mientras que en Aguascalientes se comen los tamales de frijol con rajas, de piña con rompope y de dulce de cacahuate.
En el caso de Campeche, los más conocidos son los que llevan salsa de chile guajillo, achiote, jitomate, ajo, cebollas y especias, con masa y carne de puerco, aunque también suelen llevar alcaparras, pasas y almendras.
