Todos conocemos a alguien que en cuanto empieza la temporada de frío ya está chupando limones y naranjas por todos lados, confiando en que la vitamina C puede prevenir cualquier resfriado estacional. A ellos les tenemos malas noticias.
Seremos directos: No hay bases científicas que prueben que la vitamina C tenga entre sus propiedades el prevenir el resfriado, la influenza y mucho menos el Covid-19 . Claro que, por ningún motivo esto significa que no sea importante o que no tenga ningún efecto en la salud. Te explicamos:
¿Qué es y qué no es la vitamina C?
Vitamina C es el nombre con el que comúnmente nos referimos al ácido ascórbico, un nutriente que nuestro cuerpo necesita en cantidades pequeñas para seguir funcionando, cumple funciones importantes como cicatrizar heridas, combatir ciertas infecciones y mantener tejidos sanos en el organismo.
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Sin duda, la función más importante de este compuesto es como antioxidante, protege a nuestro cuerpo de los llamados “radicales libres”, moléculas que tu cuerpo produce cuando procesa la comida, se expone a sustancias como el humo de tabaco o la radiación del sol.
Los radicales libres causan daño celular, son causantes del envejecimiento y si no se controlan, de enfermedades; es aquí que la Vitamina C brilla protegiendo a nuestras células.
Nuestro cuerpo no produce vitamina C, así que debe tomarla de nuestra alimentación. Aunque muchos creen que es necesario tomar suplementos o chupar limones alimenticios para obtener la dosis correcta, en realidad se encuentra en muchas comidas además de los cítricos: Brócoli, espinaca, tomates, bayas, pimientos, papas y hasta en los chiles.
La mayoría de las personas obtienen toda la que necesitan a través de una dieta saludable, pero sí pueden existir deficiencias, especialmente en personas fumadoras, que padecen enfermedades gastrointestinales o cuya dieta no incluya suficientes frutas y verduras.
En adultos, la dosis diaria de vitamina C es de 90 miligramos para hombres y 75 miligramos para mujeres.
Muchos de los suplementos dietéticos con esta vitamina pueden contener hasta 1 gramo o más, diez veces el valor recomendado. Esto básicamente equivale a desperdiciarla porque el cuerpo no almacena la vitamina C, y el exceso se va con la orina unas horas después.
Vitamina C no previene resfriados
De acuerdo con el Centro Nacional para la Información en Biotecnología de Estados Unidos, y contrario de la creencia popular, tomar grandes cantidades de esta vitamina apenas tiene efectos mínimos en la reacción del cuerpo contra la gripe.
Estudios al respecto, como el realizado por miembros de la Colaboración Cochrane, con investigadores en más de 90 países, analizaron a más de 11 mil personas de varias edades para definir si grandes cantidades de vitamina C en la dieta podían prevenir los resfriados o algunos de sus síntomas.
El resultado: Aún con suplementos el ácido ascórbico no ayudó a prevenir la enfermedad, aunque sí redujo el tiempo en que se presentaron los síntomas en aproximadamente 10%; es decir, una gripe de 10 días terminaría durando 9. El efecto fue nulo en personas que emṕezaron a tomarlo después de haberse enfermado.
Publicado originalmente en El Sol de Hermosillo