¡Fue real! Esta es la historia que inspiró la película del exorcista

Si eres de las personas que se traumó tras ver la icónica película de El Exorcista, más miedo te dará al enterarte que está basado en un caso real

José Huizar | El Heraldo de Juárez

  · martes 1 de noviembre de 2022

Si eres un amante de las películas de terror, seguramente ya vista el gran clásico de El Exorcista, filme que ha traumado a múltiples generaciones, sin embargo, ¿sabías qué está basada en un caso que supuestamente pasó en realidad?

Y aunque hay una gran diferencia entre la realidad y la ficción, pues la "víctima" del demonio no fue una niña, si no un adolescente, hay muchos aspectos igual de terroríficos que sucedieron a este joven como en la película filmada en el año 1973.

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¿En quién se basaron para hacer la película de El Exorcista?

Para platicar esta historia, tendríamos que regresarnos hasta el año 1949, y el protagonista es Roland Doe, cuyo verdadero nombre era Robbie Mannheim, vivía con sus padres en la tranquila y pequeña ciudad de Mount Rainier.

Robbie estaba muy cerca de su tía Harriet, una médium que usaba regularmente la ouija para sus juegos de espiritismo, a la que entrenaba al joven Robbie, pero Harriet murió de una larga enfermedad que dejó a Robbie solo y deprimido.

Luego decidió usar el tablero que heredó, y se encerró en su habitación durante largas horas para comunicarse con el tablero maldito. Sus padres, convencidos de que sería bueno para su luto, dejaron que lo hiciera. Pero desafortunadamente para el joven y sus padres, se las arregló para ponerse en contacto con alguien que no era su tía y mucho menos una entidad beneficiosa.

El inicio del terror

Poco después de la muerte de la tía Harriet, pequeños ruidos comenzaron a escucharse en la casa, el más escuchado fue en la habitación del joven adolescente. Poco a poco, los ruidos se hicieron cada vez más violentos y se extendieron por toda la casa. Luego los pequeños arañazos se convirtieron en golpes brutales contra la pared, los objetos, que cambiaban de lugar, eran arrojados violentamente contra los habitantes o visitantes de la casa. Al mismo tiempo, Robbie cambió su carácter, se volvió más y más retraído, y por la noche, extraños ruidos y gritos provenían de su habitación.

Un día, un amigo cercano a la familia pudo observar a Robbie, que estaba sentado en una silla, siendo arrojado a varios metros de distancia, sin que se diera a conocer ninguna explicación racional. Como en la escuela, su escritorio comenzó a temblar y sus pertenencias fueron expulsadas ante los ojos atónitos de los otros estudiantes y su maestra. Lo mismo, cuando estaba en la cama, estaba temblando.

Ayudados por vecinos y parientes de Robbie, sus padres deciden ponerse en contacto con la Iglesia Anglicana de su ciudad, quienes acuerdan ponerse en contacto con los Padres Raymond Bishop, Hughes, Halloran y William S. Bowdern, famoso sacerdote exorcista.

El exorcismo

Después de la investigación, el padre Bowdern pidió permiso para exorcizar al hijo de la familia Mannheim. La iglesia estuvo de acuerdo, siempre que el padre tuviera que mantener un registro de hechos durante el proceso de limpieza. Es precisamente este diario al que William Peter Blatty tendrá acceso por el libro The Exorcist, pero también, escrito por el Padre Bowdern, que nunca fue cuestionado acerca de sus declaraciones y experiencias sobre los seres del fondo astral, por lo tanto, nadie podría cuestionar la veracidad de los hechos.

Tomó varios meses y sesiones de oración diarias eliminar al demonio del cuerpo del joven adolescente. Cuanto más hacían los sacerdotes sesiones para expulsar al demonio, más agresivo, violento y burlón era. El padre Hughes recibió puntos de sutura en el brazo cuando fue hospitalizado, Robbie destrozó su cama para agarrar un resorte y abrir el brazo del sacerdote. También hubo mordiscos y proposiciones sexuales del poseído contra los exorcistas.

Robbie Mannheim también perdió de su memoria dichos eventos terroríficos, ahora está casado y es abuelo y no da entrevistas sobre su historia, para permanecer lo más anónimo posible.

De todo esto y mucho más: película, libro, anécdotas, opinión personal y una parte final en la que tratamos el documental The Devil and Father Amorth, en el que el propio director, William Friedkin, entrevista a variados expertos en ciencia y psiquiatría y repasa la figura del exorcista que obtuvo mayor reconocimiento por parte del Vaticano.

Publicado originalmente en El Heraldo de Juárez