La histeria femenina era un diagnóstico médico muy común para explicar una misteriosa enfermedad que solo afectaba a las mujeres del siglo XX.
Aquel mal que aquejaba a las mujeres de la época presentaba síntomas tales como desfallecimientos, retención de líquidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, insomnio, pérdida del apetito, nerviosismo, irritabilidad y agresividad.
Es así como al presentar alguno de los padecimientos anteriores, el médico señalaba a la mujer en cuestión como "una histérica".
El vibrador como cura para la histeria femenina
En la antigüedad, las mujeres que presentaban ansiedad, cambios de humor y depresión eran mandadas por sus maridos al médico, para recibir un tratamiento que se basaba en un "masaje pélvico", lo que se resume en una generación de orgasmo, al cual se llegaba mediante la masturbación con ayuda del personal médico de ese entonces.
Lee más: Terapia para adictos al sexo no ayudará a Weinstein: expertos
En la época señalada, al orgasmo como se le conoce actualmente, se le denominaba "paroxismo histérico". Esta enfermedad era presentada en un gran número de mujeres, tanto que los médicos terminaban con severo agotamiento al practicar los masajes que curaban las tensiones sexuales en las personas del sexo femenino de ese entonces.
Joseph Mortimer Granville, quien fue médico en el siglo XX, fue el inventor del artefacto que hoy conocemos como vibrador. Dicho aparato les facilitó el método del paroxismo.
El vibrador producía vibraciones rítmicas y se lograba más fácil y más rápido el paroxismo histérico en la paciente, obteniendo mejores resultados de manera pronta, además los masajes manuales dejaron de ser tan comunes para que el artefacto en cuestión tuviese mayor relevancia, ya que era muy bueno.
En esa época era visto como un producto curativo, incluso las mujeres más adineradas los tenían en sus casas para cuando sentían "malestares de histeria". En 1902 una reconocida empresa de electrodomésticos comienza a distribuir los vibradores como artículos de uso común.
Luego de la aparición de dicho aparato en las películas pornográficas, este tomó una directriz netamente sexual y comenzó a ser visto como un instrumento pecaminoso y sucio.
Pero, ¿realmente existió la histeria?
La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) después de realizar algunos estudios, en 1952 señaló que la histeria en las mujeres no era una enfermedad, que nunca existió y afirmaron que todo fue un mito.
Recibe a partir de ahora las noticias más importantes directo a tu WhatsApp
En realidad se trató de la represión sexual a la que estas mujeres fueron sometidas, ya que aquella que demostraba su lujuria, era mal vista.
Las mujeres no podían practicar la masturbación a menos que personal médico así lo recomendara. Era la época donde el disfrute sexual era exclusivo para los hombres.