El pan de muerto es uno de los platillos más esperados por los mexicanos durante el año, incluso los negocios de panaderías y cafeterías comienzan a venderlo meses antes de la festividad de Día de Muertos para complacer a los comensales.
Esta delicia tiene su origen en la época prehispánica, y no era nada parecido al pan que saboreamos ahora. El alimento consistía en el corazón sangrante de una doncella virgen, el cual era servido como ofrenda a los dioses.
¿Cómo se originó el Pan de Muerto?
La historia detrás del Pan de Muerto se remonta a los sacrificios humanos que se hacían en la época precolombina. Existe el mito de que una vez que el corazón, aún latiente, era extraído del cuerpo de la joven, éste era introducido a una olla llena de amaranto para ser mordido por la persona que dirigía el rito.
A la llegada de los españoles se perdieron muchas de las tradiciones que los pueblos prehispánicos tenían, entre ellas los sacrificios humanos. En su lugar implementaron un pan de trigo en forma de corazón decorado con azúcar pigmentado de rojo que simulaba la sangre.
La tradición del pan de muerto ha ido evolucionando con los años y cobrado nuevos significados. Comer este pan también nos habla de la cultura que tenemos los mexicanos y las ideas que hay respecto a la muerte, por ejemplo, la ironía y la burla que existe hacia la idea de morir.
Algunos historiados y cronistas expertos en gastronomía han comentado que la industria del pan en México prosperó gracias a la influencia de los españoles, pues al inicio los panes consistían en masas burdas. Con la llegada de los europeos se implementaron nuevas técnicas en la preparación de los panes.
¿Cuál es su significado?
El hecho de que su forma sea circular se asocia con el ciclo de la vida y la muerte. En la cima del pan se coloca una bolita de masa que representa un cráneo, mientras que los cuatro detalles de masa hacen la alusión a los huesos y a las lágrimas que se derraman por los que ya no están vivos.
Los supuestos huesos del pan van en forma de cruz debido a los cuatro puntos cardinales consagrados a los dioses: Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tútec y Tezcatlipoca.
Publicado originalmente en El Occidental
