Desde hace algunos meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó la iniciativa de eliminar el horario de verano en México, argumentando que éste provocaba daños en la salud de las personas y que el ahorro de energía era mínimo.
Lee más: Mitos y realidades de los horarios de verano e invierno
Ante esto, confesó que la Secretaría de Energía, junto a la Comisión Federal de Electricidad y la Secretaría de Salud, llevaron a cabo un estudio para comprobarlo, el cual encontró que en efecto, el horario de verano traía consigo diversas afecciones.
De acuerdo con información publicada por el sitio web del Excelsior, la Secretaría de Salud confirmó que el horario de verano aumentaba la ocurrencia de infartos cardiacos, aún más dentro de la primera semana en la que ocurre el cambio de horario.
Además, añadieron que afecta al sistema nervioso causando problemas como la somnolencia, irritabilidad, depresión, pérdida de la memoria, falta de atención, concentración y rendimiento, especialmente en los estudiantes.
En comparación, señalaron que el horario de invierno promueve un ritmo biológico más sólido, aumenta la productividad y disminuye problemas de salud como los antes mencionados.
¿POR QUÉ EL HORARIO DE VERANO AFECTA A LA SALUD?
Como justificación, la Secretaría de Salud detalló que: “El cambio de hora altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra nuestro reloj biológico. Así, varias Sociedades Internacionales del Sueño aconsejan un horario sin cambios y recomiendan mantener el horario de invierno de forma permanente, en especial para los niños y las personas de edad avanzada”.
“La desincronización con el ambiente altera nuestro orden temporal interno causando problemas físicos y mentales. Y dichos problemas se presentan más a menudo en los días posteriores al cambio de horario, por ejemplo, los adultos necesitan de 3 a 7 días para adaptarse al cambio de hora y la población infantil requiere más tiempo”, concluyeron.
Publicado originalmente en El Sol de La Laguna