En días anteriores, el video de un enorme cocodrilo que trepa una valla metálica para saltar a la Laguna de las Ilusiones en Villahermosa causó revuelo en redes sociales. El saurio de casi dos metros de longitud estaba descansando en el patio de una casa a orillas del citado cuerpo lagunar cuando ocurrió el hecho.
Sin embargo, ésta no es la primera vez en que estos grandes reptiles salen de patios y alcantarillas, y se pasean por las calles de la capital tabasqueña; de hecho, es cada vez más común que cuando llueve y los cuerpos lagunares que rodean la ciudad se desbordan, o en su defecto, el calor provoque que bajen sus niveles, estos animales aparezcan en lugares concurridos.
Tan sólo a raíz de las fuertes lluvias que ocurrieron a inicios del mes de agosto permitió captar en video al menos a cinco cocodrilos en la vía pública, además del ya famoso “lagarto trepador”, y uno más igual de gigantesco que captura un animal mientras nada en la misma laguna.
Esto sin mencionar los que salieron a “descansar” en el parque Tomás Garrido Canabal, situación que fue aprovechada por varios ciudadanos para tomarse fotografías cerca de ellos, haciendo a un lado el riesgo que esto representaba ante una posible reacción de los saurios.
En mayo pasado, tres ejemplares fueron capturados en calles del fraccionamiento Lidia Esther, mismos que fueron liberados días después en el cuerpo de agua ya mencionado.
Un hábitat natural
La cada vez más frecuente aparición de los reptiles en calles y patios obedece a que en Tabasco, los ríos, lagunas y pantanos son abundantes. La región concentra el 30% del caudal de agua dulce disponible en México.
Así, la mayoría de la población se concentra al lado de ríos y lagunas, lo que propicia tener como vecinos a cocodrilos, serpientes y aves, sin que hasta ahora se haya reportado algún ataque de estos reptiles a seres humanos.