Especialistas que conforman la Unidad de Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (Cobius) solicitaron a la Semarnat que asuma su responsabilidad en el tema de la mortandad de monos aulladores en Tabasco y Chiapas, debido a que nunca se declaró como Emergencia Ecológica, pese a que se registró el deceso de 286 ejemplares únicamente en Tabasco, contingencia que inició en el mes de mayo, por lo que piden además que se trabaje en forma colaborativa con asociaciones civiles, gobiernos municipales y primatólogos para atender las secuelas de este fenómeno, que seguirá presentándose en los próximos años.
Lo anterior luego de que recientemente se exhibieran pruebas de que dos crías de mono saraguato que se le murieron a Semarnat, estaban sanas. En un comunicado firmado por unos 30 especialistas, manifestaron que todo esto con un solo objetivo: la conservación del mono aullador de manto (Alouatta palliata mexicana) en México.
“Lamentablemente, desde nuestro ámbito, vemos como la SEMARNAT ha estado actuando de forma no adecuada debilitando los esfuerzos que la sociedad y academia han podido realizar para atender a los monos afectados. Hemos observado como SEMARNAT, la institución que debe velar por los recursos naturales del país, no respondió con acciones adecuadas, tomadas sin considerar, e incluso contradiciendo la opinión de expertos, y sobre todo poniendo en riesgo el bienestar de estos ejemplares de vida silvestre en peligro de extinción”, establecieron.
Aunado a ello, comentaron que durante la discusión para la definición de los 25 primates más amenazados del mundo, realizada en el congreso de la International Primatological Society (2023 - Kuching, Malasia), se consideraron varias especies que no entraron en la lista final, pero se agruparon en una sección denominada "Otras especies consideradas" dado que enfrentan un elevado nivel de amenaza. Alouatta palliata mexicana es una de estas especies lamentablemente.
Con oportunidad, la Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta puso a disposición expedientes médicos veterinarios y certificados de las nueve crías de mono saraguato que fueron llevadas al Edomex, donde dos murieron.
Gilberto Pozo Montuy, director de Cobius, señaló que la no declarada “Emergencia Ecológica” de mortandad de monos aulladores en México sorprendió por la forma tan estrepitosa e inesperada de presentarse, muy relacionada con las olas de calor. Indicó que es comprensible que las instituciones gubernamentales tengan poco margen de acción ante estas situaciones, a pesar de ya haberse presentado en otras especies como el manatí en Pantanos de Centla, Tabasco.
Sin embargo, dijo que existen organizaciones locales que sí pueden responder de forma rápida ante estas emergencias y visibilizar de diferentes maneras el problema detectado. Tal caso ocurrió con Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C. (COBIUS), la cual pudo coordinarse con el gobierno municipal de Cunduacán, Tabasco, y Protección Civil Región Costa para dar las primeras atenciones a las comunidades en las que ocurrieron muertes de estos animales.
Refirió que COBIUS, a través de su personal, asumió en primera instancia la responsabilidad y lideró un comité de atención, invitando a diversos actores del sector ambiental a trabajar coordinadamente para atender esta emergencia sin exclusiones y sin protagonismos.
Cabe señalar que en sus últimos comunicados, número 63 y 64 del 17 de Junio de 2024, SEMARNAT reportó que las crías huérfanas, trasladadas de Tabasco al Estado de México, llegaron en un estado de salud desfavorable, contradiciendo sus comunicados anteriores en donde avalaron que se encontraban en perfecto estado de salud y que habían sido atendidos de forma adecuada por el personal de COBIUS en la Unidad de Atención Médica de Cunduacán, Tabasco.
De igual forma, desacreditan documentos oficiales como Actas Circunstanciadas, expedientes médicos veterinarios y certificados médicos firmados por la médico veterinario tratante
“Como medio probatorio, presentamos los registros de peso de cada uno de los infantes, en donde se observa en todos ellos una ganancia de peso durante su estancia en la unidad médica, evidenciando el adecuado manejo médico veterinario, conductual y de alimentación de las crías o infantes”, agrega el documento.
Asimismo, dejan en claro que COBIUS jamás estuvo de acuerdo en el traslado y confinamiento de las crías en el CIVS de Los Reyes en el Estado de México, opinión que COBIUS compartió con un grupo de 25 primatólogos en México.
Se le comunicó explícitamente a SEMARNAT las limitaciones de este centro para la adecuada atención de los ejemplares, incluyendo la falta de suplementación de una dieta silvestre que prepare debidamente a las crías para una futura liberación, la falta de ejercicios de enriquecimiento ambiental y de movilidad crucial para su desarrollo, la deficiencia de vitaminas por falta de rayos solares y un incremento del estrés por confinamiento, además del generado por la movilización y el traslado a una distancia de más de 700 km.
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En este último punto, las condiciones del traslado no fueron las adecuadas; las transportadoras no tenían las características de seguridad y tamaño para estos ejemplares, la larga duración del viaje no garantizaba el bienestar de los individuos por la dificultad de alimentarlos, hidratarlos y descansar del encierro durante un viaje de más de 10 horas.
Por otra parte, el CIVS de los Reyes se encuentra en una zona geográfica fuera del área de distribución del mono aullador de manto, lo que significa que no cumple con los requerimientos mínimos climáticos y ambientales adecuados para la rehabilitación de esta especie con fines de reintroducción.
Es lamentable conocer la muerte de dos ejemplares y muestra un retroceso en los procesos de rehabilitación que el personal de COBIUS había establecido.
Ante esta situación, solicitamos lo siguiente con el fin de prevenir la muerte de más infantes:
1) Que se transparenten y hagan públicos los resultados de las necropsias con evidencias fotográficas, así como los resultados del análisis post mortem, que indiquen la causa de muerte.
2) Hacer público los expedientes de ingreso al CIVS y las condiciones del estado de salud de los infantes restantes con las pruebas de laboratorio respectivas.
3) Publicar el plan de manejo para esta especie en el CIVS de Los Reyes que incluya las dietas establecidas, control de temperatura, así como los acondicionamientos y los ejercicios planteados para que puedan ser preparados para liberación. Además, indicar los horarios de atención diurno y nocturno de los médicos veterinarios.
4) Fotografías de las instalaciones y albergues en las que las tienen resguardadas, como organizan sus grupos sociales y sus métodos de identificación.
Finalmente, en relación a los datos presentados por COBIUS A.C. sobre la afectación poblacional de la especie en la región, es preciso indicar que esta información fue colectada con apoyo de un grupo de primatólogos de diferentes instituciones académicas y de investigación y posee todo el rigor científico para la validación de los resultados.
Hasta el momento se tiene registrada la muerte de 286 monos aulladores de manto en Tabasco durante un período de 50 días. Considerando que durante los censos realizados en la zona entre el 5 de mayo y el 29 de junio se registraron 635 individuos vivos, una estimación cruda de la mortalidad del mono aullador de manto en la Chontalpa es del 31%. Cabe aclarar que tan solo se recorrió una pequeña porción de los municipios de Cunduacán y Comalcalco, así como reportes puntuales de Centro y Jalapa por lo que es muy posible que el número total de muertos y la consecuente reducción poblacional sea superior a lo presentado por COBIUS.
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Desafortunadamente, considerando las predicciones climáticas, se espera que este escenario junto con sus fuertes impactos vuelvan a presentarse en los siguientes años.
Por ello, es importante unir esfuerzos y que cada actor asuma su responsabilidad de forma honesta y transparente. Además de Gilberto Pozo Montuy, director de Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta y El Colegio de la Frontera Sur, firman el comunicado los doctores Sarie Van Belle, Miku Conservación, A.C. Fabiola Carolina Espinosa Gómez, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Ana María Santillan Doherty, Centro Mexicano de Rehabilitación de Primates A.C. Brenda Solórzano García, ENES-Mérida, UNAM. Filippo Aureli, Universidad Veracruzana y ConMonoMaya A.C. Cristina Jasso del Toro. Sandra E. Smith Aguilar, y Pedro Américo Duarte Dias, entre otros.
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