Miles de peces, ballenas, aves y tortugas han muerto por estrangulamiento o al ingerir el plástico que llega a los mares, pero el sector mundial de los refrescos podría tener en sus manos la clave para reducir este tipo de contaminación: botellas de plástico retornable.
De acuerdo con la organización Oceana, esta industria puede reducir la contaminación marina por plástico en miles de millones de botellas al año.
De los 445 mil millones de litros de bebidas que se venden en botellas de PET, entre 21 mil y 34 mil millones de botellas se convierten en contaminación marina cada año, de acuerdo con su análisis basado en la revista Science y la empresa de análisis de mercado GlobalData.
Así, propone que aumentar la cuota de mercado de las botellas retornables en un 10% en todos los países costeros, sustituyendo a las botellas de PET desechables de un solo uso, podría reducir la contaminación marina por botellas de plástico PET en 22%.
Esto haría que entre 4 mil 500 y 7 mil 600 millones de botellas de PET no acabaran en el océano cada año.
Si el aumento fuera del 20%, se podría reducir la contaminación marina por plástico en 39%, logrando que entre 8 mil 100 y 13 mil 500 millones de botellas PET no terminaran “nadando” en el mar cada año.
¿Por qué usarlas?
Las botellas retornables fueron introducidas en el mercado por Coca-Cola en la década de 1940. Aunque muchos consumidores recuerdan las icónicas botellas de vidrio retornables, en la actualidad se usan de forma amplia tanto botellas retornables de vidrio como de plástico PET, por ejemplo en India, Alemania, Chile, Filipinas y México.
Según los datos de mercado que incluyen a la industria global de bebidas no alcohólicas, hay sistemas de envases retornables implantados en 94 países. Estos estados representan el 80% de las ventas mundiales de bebidas NARTD.
En un principio, las botellas retornables fueron el principal sistema de entrega de las empresas de bebidas en todo el mundo, pero han reducido de forma significativa la cuota de mercado y lo sustituyeron por botellas de plástico de un solo uso.
La cuota de bebidas en envases retornables en India, por ejemplo, pasó del 86% en 1999 a poco más del 37% en 2018.
Las empresas usan las botellas retornables de vidrio hasta 50 veces y las de PET hasta 20 veces antes de que sean retiradas del mercado y recicladas.
En cambio, el plástico nunca desaparece; por el contrario, se rompe en porciones cada vez más pequeñas y, en última instancia, acaba convirtiéndose en microplásticos que actúan como imanes de los contaminantes químicos perjudiciales.
Cuando son comidos por los peces y moluscos, algunos de los contaminantes procedentes de los microplásticos acaban en nuestra cadena alimentaria. Todos los alimentos, desde la sal hasta la miel o la cerveza, contienen microplásticos.
Si el plástico fuera un país, sería el quinto mayor emisor de gases de efecto invernadero del planeta.