La siguiente historia forma parte de la tradición oral del estado de Tabasco, bien puede tratarse de una pieza de ficción o pertenecer al imaginario popular. Algunos de los relatos que aquí publicamos son dados por verdaderos entre quienes afirman haberlos vivido, sin embargo, en la presente sección simplemente difundimos estos contenidos para que nuestros queridos lectores pasen un rato entretenido.
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Un hombre afirma que en su casa ha visto duendes, sombras y figuras que se mueven, experiencias que vivió cuando era niño, pero conforme fue creciendo dejó de tenerlas. Tales manifestaciones ocurrieron en una casa de Villahermosa, allá por los años 80. Sin embargo, la historia parece repetirse con su sobrina en años recientes, quien al parecer vio a un ser de pies grandes durmiendo en el patio trasero.
La persona que relató los hechos mencionó que ahora tiene más de cuarenta años, es vendedor y en su casa siempre pasan cosas extrañas a sus parientes, aunque para él, lo único fuera de lo normal que le ha ocurrido es lo que a continuación se relata.
Los supuestos acontecimientos paranormales comenzaron alrededor de 1982; la primera aparición que vio fue la de un par de hombres pequeños. Cabezas redondas y rostros parecidos a los que tienen las cabezas olmecas. Estaban vestidos con pantalones cortos y camisas que parecían desgastadas. En ningún momento tuvo comunicación con ellos, menciona el relator.
Después los avistamientos fueron más frecuentes; en cualquier parte de la vivienda veía a estos entes, los cuales siempre le observaban, pero no hacían nada más; llegó a sospechar que muchas de las caídas que tenía jugando con sus hermanos o amigos, eran causadas por estos seres.
En su casa, como era costumbre, cada 2 de noviembre hacían el rezo a las ánimas. Mientras los adultos se sumergían en oraciones, quema de veladoras, colocación de ofrendas en los altares, etcétera, los niños se divertían en el patio trasero; fue en uno de estos juegos que al ir corriendo resbaló y fue a estrellarse con una piedra. El golpe le produjo aparte del dolor, una mancha morada en plena frente.
Si bien este tipo de percances les pasa a los niños cuando están con otros amiguitos, esta persona asegura que sintió un fuerte empujón en la espalda, lo que le hizo perder el equilibrio e impactarse contra el duro objeto.
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En otra ocasión, afirma que se encontraba jugando con unos muñecos de play móvil en la sala; al dirigir su mirada a la puerta de la casa, una sombra estaba parada en el umbral; la silueta era grande, y pese a que no se movía, sintió miedo; se levantó de donde estaba y le fue a decir a su mamá sobre la extraña aparición. Al ir la señora con el pequeño, ya no encontraron nada.
Otra historia que cuenta el ahora vendedor, es que vio a una figura de yeso del niño Dios, mover un dedo. Como es costumbre en muchos hogares mexicanos, lo colocaron en el nacimiento el 24 de diciembre. Sobre el movimiento de la estatuilla, señaló que se encontraban limpiándola, y al pasarle el trapo utilizado para quitarle el polvo, uno de sus dedos se desplazó de arriba hacia abajo. Él se quedó sorprendido; se lo contó a su tía, pero ella lo tomó con naturalidad, le dijo que era un niño milagroso.
Las cosas extrañas que le pasaban fueron desapareciendo conforme fue creciendo. Actualmente, ya no se ha topado con duendes o apariciones, o con figuras que se mueven; sin embargo, en 2018, una sobrina suya entró corriendo a la casa, asegurando que en la parte de atrás había un ser de pies grandes durmiendo junto a una mata de papaya que tenía algunos meses sembrada.