Una joven busca vender un artículo muy tradicional de estos últimos días del 2023: los “Años viejo”. Instalada en la carretera Frontera-Villahermosa espera terminar 150 muñecos, los cuales comenzó a elaborar desde hace días y contó a El Heraldo de Tabasco cómo ha estado la comercialización de estas figuras. La tradición se niega a morir en Tabasco.
Se trata de Cristal Deyane, quien ubica su punto de venta sobre la citada vialidad, con la esperanza de vender cerca de 150 muñecos.
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De esta manera, la entrevistada comentó sobre sus expectativas en los últimos días de este 2023. La elaboración de los muñecos comenzó en la fecha que la mayoría estaba celebrando la Navidad.
“Empezamos a elaborarlos el día 25 de diciembre, lo rellenamos con viruta y papel periódico, le pusimos chispitas, en total hicimos 150 piezas".
Cristal mencionó que esta semana las ventas han sido bajas, pero espera que en las próximas horas se incrementen.
“Pienso que mañana van a mejorar, pero es el domingo que esperamos vendamos todo".
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Al continuar, mencionó que buscó elaborar los Años viejos en la última semana del 2023 para que estos no se humedecieran, pues las condiciones del clima afecta para que las chispitas y tronadores no exploten.
Esta joven señaló venir de una familia que comercializa plantas por lo que las ventas no le son ajenas.
Finalmente, invitó a los tabasqueños a continuar con la tradición de la quema de estos muñecos el último día del año.
¿Cuándo inició la elaboración de los Años Viejo?
La quema del “año viejo” es una tradición celebrada en varias regiones del sur de México, misma que simboliza la despedida del año saliente, “quemando” todo lo negativo que se vivió a lo largo de los últimos 365 días. Es entonces, un ritual de renovación para dar la bienvenida al año que nace.
La tradición tiene su origen en los Tuxtlas y la Cuenca del Papaloapan en Veracruz, y con el paso del tiempo se ha extendido, con algunas variantes, a otros estados como Oaxaca, Chiapas, Yucatán y Tabasco.
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De acuerdo a la tradición, poco antes de que finalice el año se fabrica un muñeco que representa al año que culmina, el cual se rellena de papel, trapo, hojas de plátano secas y fuegos artificiales, y es vestido con pantalones, camisas, paliacates, zapatos, sombreros, y en algunos casos, se le coloca un puro o cigarro en los labios.
De este modo, para el 28 de diciembre el “viejo” es sentado frente a las casas en una silla o sillón, y se le coloca una lata y un letrero con la leyenda: “una limosna para este pobre viejo que ha dejado hijos para el año nuevo”.
Con información de Carmen Ravelo