La siguiente historia forma parte de la tradición oral del estado de Tabasco, bien puede tratarse de una pieza de ficción o pertenecer al imaginario popular. Algunos de los relatos que aquí publicamos son dados por verdaderos entre quienes afirman haberlos vivido, sin embargo, en la presente sección simplemente difundimos estos contenidos para que nuestros queridos lectores pasen un rato entretenido.
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En muchas culturas y comunidades, existe la arraigada creencia de que los duendes existen. En Comalcalco y Paraíso, se dice que estos habitan en las comunidades de Cocohital y el paso a La Unión, tercera sección.
Y en este contexto nace la historia de don Camerino “N”, un viejecito de más de 80 años y radicado en la comunidad de Zaragoza, perteneciente al municipio de Comalcalco, salió una mañana de septiembre de su casa con destino a su parcela a bordo de una bicicleta, pero ya no regresó.
El abuelo desapareció misteriosamente. Muchos aseguraron que un duende lo había perdido. El hecho hizo estallar las redes sociales, en donde se pedía apoyo para localizar al longevo; oraciones y plegarias fueron elevadas al cielo, pidiendo porque don Camerino apareciera con bien.
La búsqueda se intensificó en los alrededores de su comunidad. Drones de la Guardia Nacional y otras corporaciones monitorearon la señal buscando ubicar al anciano. Cinco días después, un hombre que cruzaba en un cayuco escuchó gritos de auxilio entre la maleza y se detuvo, y al bajar a los manglares, encontró al tan buscado abuelito con la mirada perdida y exhausto.
Esto ocurrió en la selva del poblado Cocohital, lugar en donde sus habitantes afirman que caminan los duendes entre los montes y la densa oscuridad de la noche. Don Camerino fue hallado sentado en este espacio rodeado de vegetación, sin tener la menor idea donde se encontraba. El señor sólo alcanzó a decir que un niño lo tomó de la mano y lo internó al monte.
El viejecito fue auxiliado y llevado a un centro médico para su revisión, ya que presentaba cierto grado de deshidratación y debilidad. Cinco días tuvieron que transcurrir antes de que apareciera de nueva cuenta.
La noticia de la aparición de Don Camerino y las condiciones en que fue encontrado corrió como reguero de pólvora, principalmente en las redes sociales, en donde cada quien contaba lo ocurrido a su estilo.
Pobladores aseguraban que al señor se lo había llevado a perder. Así lo afirmó Virgina “N”, quien afirmó que “el duende fue el responsable de llevarse a don Camerino, porque a eso vienen: a hacernos el mal”.
La mujer, de 95 años de edad, enfatizó que los duendes cruzan el río de noche a bordo de los cayucos, los cuales desamarran, ya que son muy traviesos.
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Mitologías de diferentes culturas hablan de la existencia del duende zahorí, que es un enanito que, a diferencia de otros duendes, no fastidia con sus bromas a las personas, pero las toma de la mano y se las lleva para perderlas.
¿Duende, o demencia senil? ¿Qué opina usted, amable lector?