Tanques elevados: Obras de 1981 que nunca funcionaron en Villahermosa

A partir de 1981 los tanques elevados son parte del paisaje urbano de Villahermosa, obras contempladas dentro de la inversión de agua potable y alcantarillado de 455 millones 394 mil pesos en el gobierno de Leandro Rovirosa Wade, pero nunca funcionaron, así lo indica el sitio DeTabascoSoy.

La página en cuestión señala que durante el tercer informe de gobierno de Rovirosa Wade, en 1978, se dio a conocer la construcción del primero de 4 grandes contenedores con capacidad para 4 mil metros cúbicos cada uno, con la finalidad de que la presión del sistema de agua potable fuera suficiente y llegara a las casas sin problema.

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El propósito de mejorar el servicio a finales de los 70 y principios de los 80 llevó a que en municipios entraran en funcionamiento 20 de estas construcciones, y durante el quinto informe de gobierno, en 1981, se anunció que Villahermosa se dividiría en cuatro sectores, que serían abastecidos por los tanques.

Respecto al de la colonia Lidia Esther, fue inaugurado por José López Portillo (presidente de México de 1976 a 1982) en compañía del entonces gobernador, el 13 de diciembre de 1981.

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Otros dos están en el Paseo Usumacinta y en vía Méndez a la altura del Hospital de la Mujer, siendo tres con los que cuenta la ciudad, ya que el cuarto no se construyó. DeTabascoSoy, sobre los tanques consigna:

“Hasta donde se sabe nunca funcionaron y actualmente reactivarlos requeriría de una inversión grande; las tuberías de la ciudad al ser muy viejas y pequeñas, no podrían soportar la fuerza del agua y se romperían.

Eliazar Hernández de Tamulté de las Sabanas en 2009, pintó la fabulosa ceiba del tanque de Paseo Usumacinta. La obra representa la cosmogonía de la ceiba dentro de las antiguas culturas mesoamericanas asentadas en Tabasco. En 2021 el mismo artista con un grupo de estudiantes, dieron trabajos de mantenimiento a la obra”.

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Tres año después, El Heraldo de Tabasco dio a conocer cómo se encontraba el interior del Tanque Elevado de Paseo Usumacinta. “Para sorpresa de muchos, el interior se encuentra vacío, aunque lamentablemente en malas condiciones, sobre todo por la basura que permanece”, se mencionó en la nota.

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Cabe señalar que el enorme mural está valuado en dos millones de pesos y recibe el nombre de “La Ceiba”. Fue inaugurada el 16 de diciembre de 2009 por el exedil Evaristo Hernández Cruz.

Con información de José Pérez