Con alrededor de 275 sucursales que operan en el estado, la banca se ha mantenido a lo largo de varias décadas como un servicio esencial en el aspecto financiero de la entidad.
Desde las tradicionales cuentas de ahorro individuales o familiares, hasta los préstamos hipotecarios o bien como medio para recibir los pagos salariales mediante las cuentas de nómina, la actividad de los bancos siempre han estado ligadas al comercio, industria, servicio y desarrollo.
Pero más allá de la actividad financiera o crediticia, aquí te contamos un poco acerca de la historia de los bancos en Tabasco y cómo ha sido su crecimiento.
Aunque actualmente no se tiene un número exacto del número de sucursales, en los últimos años ha tenido un crecimiento exponencial sobre todo con la instalación de redes de cajeros automáticos que operan no sólo en sucursales, sino en plazas comerciales e inclusive algunos centros de trabajo.
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El último conteo oficial del INEGI data del 2016, cuando se reportaban 215 sucursales en todo el estado, de las cuales 102 se ubicaban en Centro; además se tenían 9 instituciones de la banca de desarrollo.
Una década antes, esto es en 2006, el mismo INEGI reconocía 141 sucursales en Tabasco, que para el 2008 había aumentado a 155.
Sin embargo, este indicador financiero dejó de incluirse en el Anuario Estadístico de Tabasco, elaborado por esta misma institución.
DIA INTERNACIONAL DE LOS BANCOS
De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de los Servicios Financieros a través de su revista Proteja su Dinero, este 4 de diciembre es la fecha en que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado el Día Internacional de los Bancos.
Tal distinción se otorgó desde el año 2019 en la resolución 74/245. Dicho organismo internacional, ha señalado este día para poder reconocer la importancia de la banca internacional como parte fundamental para alcanzar las metas del desarrollo sostenible, según la Agenda 2030.
¿Cuál es la importancia de la banca?
La oportunidad de acceso a financiamiento que otorga la banca a un país permite un mayor bienestar. Hace posible que las personas puedan gestionar de manera más eficiente sus necesidades, acrecentar sus oportunidades y obtener una mejor calidad de vida.
En adición, cuando las personas son incorporadas dentro del sistema financiero, con mayor facilidad pueden administrar su consumo, sus pagos y ahorros. Asimismo, pueden atender sus necesidades básicas como acceso a la vivienda, mejor atención al cuidado de su salud, así como una mejor educación. Incluso, también puede impulsarlas para alcanzar sueños, como crear un propio negocio.
¿Cómo funciona la banca?
De acuerdo con la Asociación de Bancos de México (ABM), las funciones primordiales que tiene la banca son las siguientes:
Administrar el ahorro: Las personas tanto físicas como morales en ocasiones presentan excedentes en sus ingresos, los cuales ahorran para poder utilizarlos en el futuro o los invierten para generar más ganancias a mediano o largo plazo. Lo importante de ambos casos, es que los ahorros son gestionados bajo la responsabilidad de la banca conforme a un seguimiento de regulaciones jurídicas.
Convertir el ahorro en créditos de financiamiento para proyectos productivos: El conjunto de pequeños ahorros de la sociedad, comúnmente a corto plazo o con riesgo, que se condensa en los Bancos, es transformado en crédito, así como instrumento de inversión para otros gestores que soportan mayor riesgo.
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En este sentido, las ofertas de crédito que ofrecen los Bancos se dividen en dos formas: el sector público, Gobierno Federal, Gobiernos Estatales y Municipales; así como entidades paraestatales, y el sector privado, personas, empresas grandes, medianas y pequeñas.
Gestionar el sistema de pagos que permite saldar las operaciones comerciales: Este punto se refiere a que los Bancos también son fundamentales en el proceso de amortización de las obligaciones entre las y los usuarios financieros.
Las actividades efectuadas por los Bancos que fungen como herramienta para lograr lo anterior mencionado son: la emisión de los recursos financieros en billetes y monedas; el pago de cheques; la expedición de tarjetas de crédito y débito; el cumplimiento de transacciones; y la vasta contribución al flujo del efectivo con cajeros automáticos.
No hay que olvidar que el sistema bancario ha proporcionado algunas ventajas a las naciones, pero también a nosotros como usuarios de estos servicios. Además de recibir depósitos, efectuar transacciones y préstamos, los Bancos también pueden ser una buena herramienta para ahorrar y hacer crecer nuestro dinero.
Los bancos con presencia en Tabasco son entre otros, BBVA Bancomer, Banorte, Santander, HSBC, Western Unión, Banco Azteca, Bancoppel, City Banamex, Scotiabank, Inbursa, Bansefi, Banregio, Afirme, Banejército, Banbajío, entre otros.
Además han desaparecido otros como Serfin, Banco Mexicano Somex, Inverlat, Internacional, Bital, Banco del Atlántico.
Mención aparte merece el Banco Unión, que motivó el encarcelamiento del empresario tabasqueño Carlos Cabal Peniche, quien a través del grupo financiero Cremi-Unión abrió la primera sucursal de Banco Unión en Tabasco en el edificio que actualmente ocupa el Servicio de Administración Tributaria en Villahermosa.
HISTORIA DE LOS BANCOS EN TABASCO
De acuerdo al sitio De Tabasco Soy, Antes del siglo XX la actividad bancaria en México se realizó fundamentalmente sin bancos, con las prácticas que hoy se denominan informales. Los medios de pago predominantes fueron el trueque, monedas metálicas nacionales y extranjeras, así como pagarés y vales con varios endosos. El crédito fue proporcionado por la Iglesia y por los comerciantes, quienes también se dedicaban a la especulación y al agio.
En el México independiente el origen oficial de la banca lo marca la fundación en 1830 del Banco de Avío Industrial por parte de Lucas Alamán, autorizado por decreto del presidente Anastasio Bustamante “para fomento de la industria nacional”, con capital inicial de un millón de pesos y duró hasta 1842 cuando fue cerrado por Antonio López de Santa Anna con el argumento de que la institución “ya no podía seguir cumpliendo con el objeto que se le había asignado”.
En 1839, bajo el lema “Federación o muerte”, en Tabasco se inició una guerra encarnizada entre federalistas y centralistas. Ante su imposibilidad de vencer al gobierno centralista, el general federalista Fernando Nicolás Maldonado realizó una alianza con el gobernador de Yucatán y el almirante estadounidense E. W. Moore para liberar a Tabasco del gobierno centralista.
Por ello, las autoridades tabasqueñas y VIII Congreso del Estado de Tabasco declararon el 13 de febrero de 1841 la independencia del estado, conformando la República de Tabasco. Entonces el Congreso local se transformó en Congreso general, y el gobernador José Víctor Jiménez se convirtió en el primer presidente de Tabasco.
Ese mismo año lanza un decreto en donde ordena en su artículo dos, la extinción de la Jefatura de Hacienda, la tesorería Departamental, la Agencia del Banco nacional y cuantas otras oficinas de hacienda establecidas por el gobierno general de México.
Existía un edificio construido entre 1850 y 1855 en la esquina de Juárez y Reforma y que por algún tiempo fue sede del Poder Ejecutivo del estado siendo gobernador don Victorio Victorino Dueñas, y en 1865 durante el período como gobernador del Coronel Gregorio Méndez Magaña. Fue utilizado como sede del poder ejecutivo aproximadamente de 1857 a 1885.
En una parte de su libro Breve Historia de Tabasco, Carlos Martínez Assad señala respecto a Tabasco: “Al parecer, la actividad económica de Tabasco se encontraba en un buen momento entre los siglos XIX y XX. Las industrias extractivas, incluyendo cortes de palo de tinte, maderas preciosas y monterías registraban un capital de 93 850 pesos; y las manufacturas, donde destacaban alambiques, panaderías, carpinterías y cigarreras, tenían un capital de 56 241 pesos”.
“Junto al trapiche apareció el alambique, y don Polo fue de los principales productores de aguardiente, entre los cuales se encontraban también los Berreteaga, los Jamet y los Ponz. Los españoles impulsaron tanto la elaboración de ron como la fabricación de puros, y para 1885 existían dos cigarreras en San Juan Bautista, y aumentaron a catorce en el estado al finalizar el siglo. Dicha actividad auspició la apertura de dos bancos, el Nacional de México y el de Tabasco”.
Geney Torruco marca en su libro Villahermosa, Nuestra Ciudad, Tomo I, que en 1890 M. Berreteaga y Cía. era agente del Banco Nacional de México en San Juan Bautista. (P. 137), así como que el 5 de octubre de 1896 se celebra el contrato entre el Lic. Carlos Saavedra, secretario general del Despacho, en representación del Ejecutivo del Estado, y el C. Femando Fuentes, comisionado del Banco Nacional de México, para el establecimiento de una sucursal de dicho Banco en esta capital, destacando que:
Los billetes emitidos por la administración central del Banco serán recibidos como moneda corriente en las oficinas del Estado y de los municipios, y que se exentan las actividades del banco de toda clase de contribuciones.
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Asimismo, Geney Torruco señala que en el Periódico Oficial del 20 de junio anuncia la creación del Banco de Tabasco por iniciativa y gestiones de los señores José Bulnes y Rafael Sevilla, gerentes de Bulnes y Cía. y G. Benito y Cía. Sucesores, respectivamente. Y el 29 de agosto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público otorga a los señores Bulnes, Benito, y Policarpo Valenzuela, una concesión por 30 años para establecer un Banco de emisión en el Estado de Tabasco.
El capital social se fijó en un millón de pesos; el domicilio se señaló en San Juan Bautista; se le otorgaron exenciones de impuestos por 25 años, contados a partir del 19 de marzo de 1897, fecha en que se expide la ley general sobre la materia y que las oficinas se instalaron en la calle Juárez en el predio que ocupaba la casa número 115.
Posteriormente, fue la sede del Banco de Tabasco y al parecer en 1901 fue inaugurado ahí el Banco Nacional de México, otros documentos marcan este evento en 1900. Para este entonces el edificio era propiedad de doña Virginia Payró de Maldonado, quien fallece en 1902 y deja como herederos de éste a sus hijos José Francisco y Carlos Maldonado Payró, quienes el 3 de julio de 1904 vendieron el inmueble al que denominada Finca Urbana “La Bandera Roja” al Banco Nacional de México.
Para 1904 existían dos bancos en la capital tabasqueña: Banco Nacional de México y Banco Tabasqueño, llamado así por operar con capital tabasqueño, el edificio del Nacional de México estaba en la calle Juárez.
En 1913, una fracción del 31o. batallón que guarnecía a la capital del estado, se amotinaron encabezados por un oficial llamado Rafael Granja que decidió abrazar la usurpación. Asesinaron al capitán Carlos Rosado y se dedicaron a pillar casas de comercio además de la sucursal del Banco Nacional, a los gritos de “ ¡Viva Granja!”, que los vecinos de San Juan Bautista interpretaban por vivas a Francia.
José Gimond Caballero, quien llegó a ser presidente municipal de Centro (1956-1958), en 1933, a la edad de 26 años fue uno de los fundadores y vicepresidentes del Consejo de Administración del antiguo Banco Tabasqueño convertido posteriormente en una sucursal del Banco de México.
Se sabe que en 1939 existía en Tabasco un Agente del Banco Nacional.
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Fuentes: De Tabasco Soy/ CONDUSEF/ INEGI/ Asociación de Bancos de México. Mestre Ghigliazza Manuel (1984) Documentos y datos para la historia de Tabasco, Tomo I. UJAT. México. P. 203-204. Taracena, Alfonso. (1974) Historia de la Revolución en Tabasco. Ediciones del gobierno de Tabasco. México. Torruco Saravia, Geney (1987) Villahermosa, Nuestra Ciudad, Tomo I. H. Ayuntamiento Constitucional del Centro.