Es tradición para estas fechas decembrinas regalar canastas con comestibles que pueden estar en las mesas navideñas, pero ¿porqué no cambiar los productos de siempre? Aquí presentamos algunos elaborados por manos tabasqueñas que pueden hacer de tu obsequio algo inolvidable, al mismo tiempo que se apoya a los artesanos, se consume local y le das rienda suelta a tu creatividad.
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Comienza con el contenedor, para este tipo de regalos por lo general se utilizan canastas de mimbre o similares, pero un cayuco de madera a escala, además de ser la embarcación emblemática de los ríos de Tabasco puede ser un mejor presente, el receptor puede utilizarlo después como contenedor de alimentos, florero o frutero, o simplemente como adorno sobre algún mueble.
¡Olvida el moño! que te parece decorarlo con flores de nochebuena hechas con hojas de maíz, las consigues en los mercados de Nacajuca, además de ser originales son hermosas.
Y ahora el contenido, estos productos no pueden faltar en el cayuco:
Queso de poro: no necesitan refrigeración y son emblemáticos de la zona de los ríos.
Tortillas de pozol: estos totopos no saben como ningún otro y hay de diversos sabores.
Galletas de soda: La galleta algo rústica se lleva con lo dulce y lo salado, así que es una excelente opción para acompañar todo
Queso provolone: Este queso ahumado no tiene comparación, su sabor ya de por si gourmet realza cualquier cena.
Queso cincho: desde el natural, el enchilado y el de chipilín, ninguna tabla de quesos estaría completa sin esta variedad de queso en ella.
Chocolate: Ya sea chocolate de mesa o como golosina, Tabasco tiene una de las mejores variedades de cacao, no se puede perder la oportunidad de compartir lo mejor.
Mantequilla: Suave y con sabor a rancho, la mantequilla lavada es la mejor opción para agregar a tu cayuco, además de la versión clásica, los artesanos han innovado en versiones enchiladas, con ajos y especias.
Chile amashito curtido: un frasco de estos complementa cualquier aperitivo, puedes encontrar de distintos tamaños.
Salsa de habanero asado: si al receptor del regalo le gusta el picante, una pequeña botella de esta salsa de habaneros asados hecha con vinagre les fascinará.
Rompope: Hay muchas variedades de tipo casero, las más conocidas son de almendra, nuez, café y avellana, aunque el de sabor tradicional siempre será el favorito de todos.
Vino de jamaica: El sabor ácido de este fermento se ha vuelto infaltable, puede sustituir perfectamente una cidra.
Vino de Pitahaya: Este fruto conocido en otros lugares como fruto del dragón se ha adaptado a la perfección al clima tabasqueño, el vino generado por su fermento no solo ha cautivado a los tabasqueños sino que se vende en muchas partes del país.
Hojuelas de plátano: pueden ser dulces, salados, o enchilados, la botana que nunca está de más.
Hojuelas de Malanga: al igual que las hojuelas de plátano han conquistado las mesas de muchos sibaritas.
Hojuelas de Yuca: no solo son una botana sino un excelente empanizador para cocinar pechugas rellenas.
Dulce de leche: unos buenos dulces leche con coco, con zapote, o café pueden agregar el toque dulce al final de la cena, si se acompañan con rodajas de queso de poro también puedes tener un postre muy original.
Panetela: Este pan suave y esponjoso herencia de la panadería española no puede faltar en la canasta, es el postre ideal para acompañar el ponche.
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Merengues: Los merengues de colores además de ser muy vistosos son el postre ligero que se necesita al final de la cena.
¿Qué productos faltan? Déjanos en los comentarios que otro producto agregarías al cayuco navideño, cuéntanos porqué.